Guillermo Fariñas recibe el alta y ya está en su casa

El disidente cubano Guillermo Fariñas, que pasó más de cuatro meses en huelga de hambre para pedir la libertad de los presos políticos enfermos, regresó a su casa con el ánimo de retomar su actividad periodística, tras recibir el alta del hospital donde transcurrió la mayor parte de su ayuno.

"Me siento extraño en casa, adaptándome, abrazado con mi hija, mi hermana, esperando a mi sobrina que considero como a mi hija adoptiva", dijo Fariñas desde su residencia en la ciudad de Santa Clara, unos 300 kilómetros al este de La Habana.

El periodista y psicólogo de 47 años agregó que ha recibido "mucha solidaridad" de los vecinos, y afirmó que su plan es, "en cuanto pueda, comenzar a escribir artículos de nuevo". Según explicó, los médicos decidieron darle este jueves el alta porque sus índices de coagulación han mejorado, pero a partir de ahora su caso tendrá que ser seguido por un especialista en angiología cada 15 días.

Así, en las próximas semanas Fariñas tendrá que utilizar una silla de ruedas hasta que los médicos decidan dar el visto bueno para que comience el trabajo de fisioterapia y poder caminar.

Secuelas de 134 días de ayuno

El pasado 24 de febrero Fariñas inició una huelga de hambre y sed en homenaje al preso fallecido Orlando Zapata que duró 134 días, y que concluyó el 8 de julio después de que la Iglesia católica anunciara el compromiso del Gobierno cubano de liberar a 52 disidentes del Grupo de los 75, condenados en 2003.

El opositor pasó la mayor parte de su ayuno en la unidad de terapia intensiva del hospital 'Arnaldo Milián Castro' de la ciudad central de Santa Clara, donde fue ingresado el 11 de marzo tras sufrir dos colapsos en su casa que le dejaron inconsciente.

El organismo de Fariñas ha demostrado una extraordinaria capacidad de resistencia después de otros 23 ayunos de protesta realizados desde 1995, los más largos entre 2002 y 2003 (14 meses), y huelgas de hambre, la más prolongada por siete meses, en 2006.