El empresario nicaragüense Henry Fariña, herido en el ataque armado en el que murió el cantautor argentino Facundo Cabral la semana pasada, recibió el alta hospitalaria y fue trasladado a un "lugar seguro" en Guatemala, según informaron este martes fuentes oficiales.
Fariña, de 40 años, salió la noche del lunes de la clínica privada donde fue atendido de los ocho disparos que recibió en el atentado del pasado 9 de julio en la capital guatemalteca, y trasladado a un lugar seguro, según confirmó el portavoz de la Policía Nacional Civil (PNC), Donald González.
"Está (el empresario artístico) en un lugar del departamento de Guatemala (que incluye la capital) y en coordinación con el Ministerio Público se le está brindando seguridad", dijo González, sin ofrecer más detalles.
Añadió que la Fiscalía aún no ha tomado declaración del empresario porque "no está sindicado por la muerte de Cabral, sino que también fue una víctima" del atentado.
Las autoridades guatemaltecas manejan la hipótesis de que Fariña era el blanco del ataque armado que le costó la vida a Cabral, de 74 años, quien recibió tres disparos, el mortal en la cabeza.
El atentado ocurrió cuando Fariña, asentado en Guatemala desde hace una década y promotor en los últimos años de los conciertos de Cabral en la región llevaba al artista argentino hacia el aeropuerto guatemalteco.
Por el caso han sido detenidos los guatemaltecos Elgin Vargas Wilfred Allan Stokckes, señalados de supuestamente haber ejecutado el ataque armado, mientras que la autoría intelectual se le achaca al "costarricense Alejandro", según las autoridades de Guatemala.
El diario Siglo 21 de Guatemala informó este martes que durante la "entrevista informativa" que hizo la Fiscalía a Fariña el empresario negó que conociera a "Alejandro" o a los dos detenidos por el caso, y dijo desconocer el motivo del atentado.
El ministro guatemalteco del Interior, Carlos Menocal, dijo el viernes pasado que las fuerzas de seguridad de Centroamérica y la policía internacional Interpol buscan activamente a "Alejandro".
Las autoridades guatemaltecas también buscan a otros cinco miembros de la banda a la que pertenecen los detenidos Vargas y Stokckes, tres hombres y dos mujeres, cuyas identidades y nacionalidades se mantienen en reserva.
