El Gobierno rechaza el alto el fuego unilateral de la guerrilla tamil

El Gobierno de Sri Lanka no tardó este domingo ni media hora en rechazar un anuncio de alto el fuego de la guerrilla tamil, que se produce en plena visita de un enviado de la ONU y horas después de que el Ejército ceilanés arrebatara a la guerrilla su penúltimo bastión.

''El LTTE (Tigres para la Liberación de la Patria Tamil) no está en posición de pedir ni exigir nada. Pretenden declarar un alto el fuego cuando hace tiempo que han hincado la rodilla'', dijo el secretario ceilanés de Exteriores, Palitha Kohona.

La guerrilla anunció este domingo en un comunicado un alto el fuego unilateral y el fin de sus operaciones ofensivas en el noreste de Sri Lanka, donde se encuentra cercada por el Ejército en una pequeña franja costera junto a decenas de miles de civiles.

''En vista de la crisis humanitaria sin precedentes y en respuesta a las llamadas hechas por la ONU, la Unión Europea, los Gobiernos de Estados Unidos, la India y otros, el LTTE ha anunciado un alto el fuego unilateral. Todas las operaciones ofensivas cesarán con efecto inmediato'', afirmó la guerrilla en la nota.

Abandonar las armas
El sábado, el LTTE había denunciado una situación de ''inanición para 165.000'' personas en las áreas bajo su control, aunque la ONU estima que en realidad hay unas 50.000 y el Gobierno ceilanés calcula que son entre 15.000 y 20.000.

Y este domingo, la guerrilla alertó de que ''las muertes por hambre'' son inminentes, tras acusar al Gobierno de bloquear deliberadamente los suministros de comida y medicinas y de atacar continuamente a los civiles que quedan atrapados en territorio rebelde.

Denuncias sin embargo que fueron calificadas por Kohona como un ''esfuerzo cínico'' destinado al subsecretario de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, quien llegó a la isla para comprobar la situación de los civiles afectados por el conflicto.

Holmes pidió con urgencia al LTTE que abandone las armas y posibilite la salida de los civiles, y exhortó al Gobierno a que limite el uso de armas pesadas en su ofensiva contra la guerrilla.''Necesitamos una nueva pausa humanitaria para obtener ayuda y trabajadores humanitarios en la zona de combate'', aseguró el oficial en declaraciones divulgadas por el canal televisivo Ada Derana.

Preocupación internacional
El Ejército lanzó el pasado lunes una cruenta ofensiva que tuvo como consecuencia el paso a zonas gubernamentales de unos 110.000 civiles, alojados por el Gobierno en campamentos destinados a tal efecto en el norte del país bajo condiciones muy precarias.

''Han sido detenidos y se encuentran en campos de concentración donde están sometidos a tortura en violación de todas las convenciones internacionales. No se permite que esa población vuelva a casa. Algunos son usados como escudos humanos'', afirmó el LTTE.

Holmes, quien defendió una pausa en el conflicto y el acceso a las áreas del personal humanitario, tiene previsto viajar a Vavuniya (norte) para comprobar la situación de los civiles, dijo el portavoz de la ONU en el país, Gordon Weiss.

En los últimos días han crecido la presión diplomática y la preocupación internacional por el destino de las personas atrapadas en la zona de combates, pero el Gobierno ceilanés parece decidido a acabar militarmente con el LTTE, que lucha desde hace más de 25 años por obtener un estado independiente para la minoría tamil.

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