El islamista AKP abandona los intentos de formar gobierno en Turquía

El presidente, en este caso Recep Tayyip Erdogan, debería encargar formar gobierno al segundo partido más votado, aunque estiman que no respetará la tradición

A menos de una semana de vencer el plazo para formar un nuevo Gobierno en Turquía, el primer ministro, Ahmet Davutoglu, del partido islamista AKP, abandonó este martes el intento de crear una coalición, lo que acerca al país a unas elecciones anticipadas en otoño. Tras un encuentro con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro en funciones reconoció que no ha logrado formar un Gabinete que pueda sobrevivir a un voto de confianza.

El próximo 23 de agosto es la fecha límite para formar un nuevo Ejecutivo en Turquía o, de lo contrario, se convocarán elecciones anticipadas. Según la tradición política de Turquía, el presidente debería ahora encargar la formación de Gobierno al segundo partido más votado en esos comicios, el opositor CHP. Sin embargo, algunos expertos turcos estiman que Erdogan, hombre fuerte y fundador del AKP, no respetará esa tradición política y convocará directamente la formación de un Gobierno de concentración de cara a las elecciones anticipadas.

En las elecciones del pasado 7 de junio, el partido de Erdogan ganó con casi el 41 por ciento de los votos, mientras que el CHP fue segundo con el 25 por ciento. El ultranacionalista MHP fue tercero con el 16 por ciento y el partido prokurdo HDP fue cuarto con el 13 por ciento.

La prensa turca especula desde hace días que Erdogan y el AKP en realidad quieren convocar elecciones anticipadas para lograr hacerse nuevamente con la mayoría absoluta. Con esa mayoría, Erdogan quiere reformar la Constitución turca y crear un sistema presidencialista que le permita ejercer poderes ejecutivos como jefe de Estado.

Sin embargo, las encuestas indican que el AKP podría incluso perder votos en unos nuevos comicios, mientras que el HDP podría ganar votos y superar de nuevo el umbral mínimo del 10 por ciento, necesario para entrar en el Parlamento. En medio de esta incertidumbre política se ha reavivado el conflicto con el ilegal Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que suspendió en julio un alto el fuego tras dos años de vigencia. Desde entonces han muerto más de 30 agentes de diferentes fuerzas de seguridad turcas y cientos de guerrilleros, que reclaman más derechos para los 15 millones de kurdos en el país.

Comentarios