El primer ministro del Úlster renuncia tras los escándalos de su mujer

El supuesto escándalo con tintes políticos y sexuales que desató en los últimos días la mujer del ministro principal del Ulster, Peter Robinson, ha terminado con la renuncia del político norirlandés del cargo que ostentaba. Así lo anunció el portavoz de la Asamblea del Ulster, William Hay, quien matizó que se trata de una abandono temporal de seis semanas mientras dura la investigación sobre los hechos.

Los problemas para el matrimonio Robinson, de profundas raíces cristianas protestantes, comenzaron cuando se hizo pública la relación de Iris, la mujer del ministro principal, con un ex amante 39 años menor que ella al que le habría entregado fondos públicos para la apertura de un negocio.

Desde entonces, el escándalo ha recorrido como la pólvora todas las portadas de los tabloides británicos hasta que la presión ejercida sobre el político norirlandés acabó con su renuncia. Entre tanto, la ministra de Empresas, Arlene Foster, ha sido designada para ocupar el puesto de Peter Robinson.

La decisión se ha dado a conocer poco después de que el Partido Democrático Unionista (DUP), al que pertenece Robinson, mostrase su "apoyo sin reservas" al ministro principal en medio de las voces que exigían su dimisión. Así, el número dos del DUP, Nigel Dodds, aseguró que la dirección de su formación espera que "permanezca en el cargo de líder" que tenía hasta ahora.

Hay que recordar que la ley permite al ministro principal de Irlanda del Norte dejar sus funciones durante un máximo de seis semanas (en este caso sería hasta el 22 de febrero), tras lo cual los eventuales cambios que se produzcan deben ser ratificados por la Asamblea norirlandesa.

Tráfico de influencias

Las principales acusaciones vertidas sobre Peter Robinson tienen que ver con su grado de conocimiento del tráfico de influencias que practicaba su esposa, punto que aún se desconoce. Lo que sí que admitió el ministro principal fue que su mujer había intentado suicidarse, avergonzada de su aventura extraconyugal, aunque había sido perdonada por su marido.

Según desveló un reportaje emitido por la BBC, Iris Robinson habría conseguido un préstamo de 55.000 euros de dos empresarios inmobiliarios para que su amante, Kirk McCambley, abriese un negocio. Una vez rota la relación entre ambos, que había comenzado cuando ella lo consolaba por la muerte de su padre -conocido suyo-, Iris exigió la devolución de parte del préstamo para ingresarlo en su Iglesia.

Antes de destaparse el escándalo, la señora Robinson anunció que abandonaba la política por motivos de salud. Más tarde, conocidos los hechos, dimitió de sus cargos en el Parlamento y la Asamblea norirlandesa. La mujer del ministro principal, extremadamente conservadora y puritana, ya había sido noticia con anterioridad por su tajante rechazo al reconocimiento de los derechos de los homosexuales en el Úlster.

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