El presidente interino de Túnez promete un proceso político sin exclusiones

El nuevo presidente interino de Túnez, Fued Mebaza, ha asegurado que ningún tunecino será excluido del proceso político que debe abrirse después de que el anterior jefe del Estado, Zine el Abidine Ben Alí, abandonase el país forzado por las revueltas populares.

En un breve discurso durante el juramento de su cargo retransmitido por la televisión estatal, Mebaza anunció la confirmación de Mohamed Ghanuchi como primer ministro y dijo que la misión de éste será la de "formar un Gobierno de unidad nacional como precisa el interés superior del país". "Todos los tunecinos, sin excepción ni exclusión, serán vinculados al proceso político", afirmó el nuevo mandatario tunecino, que hasta ahora ejercía la presidencia del Parlamento y que este sábado fue nombrado en el cargo por el Consejo Constitucional.

El nombramiento de Mebaza lo decidió el Consejo Constitucional tunecino, que además ha decretado que deben celebrarse elecciones en 60 días y que Zine El Abidine Ben Alí deja de ser el presidente del país.

Túnez ha amanecido este sábado en estado de excepción y bajo un fuerte dsipositivo de seguridad sabiendo que su ya ex presidente ha encontrado refugio en Arabia Saudí. La revuelta social desarrollada durante las últimas tres semanas y recrudecida en los últimos días obligó al hombre que gobernó Túnez durante 23 años con tintes dictatoriales a abandonar el país. Se especuló con su llegada a Malta e Italia, países que negaron que Ben Alí estuviera en su territorio, e intentó encontrar asilo en Francia, donde fue rechazado. Finalmente llegó a Jeddah, donde el gobierno saudí lo ha acogido a él y a su familia.

20 muertos en una prisión
A pesar de que el nuevo poder intenta restablecer el orden público los disturbios siguen sucediéndose. Al menos 20 personas han resultado muertas y más de otra veintena gravemente heridas en el incendio de una prisión en la provincia de Monastir, en el centro este del país. Según fuentes gubernativas, los presos prendieron fuego a las camas de sus celdas, lo que provocó un gran incendio en el establecimiento penitenciario.

Algunos de los reclusos consiguieron escapar, mientras que decenas quedaron atrapados en la prisión y murieron o resultaron gravemente heridos. Varias de las víctimas se produjeron por la intervención de las fuerzas de seguridad para intentar contener el motín y cerca de 60 personas sufrieron quemaduras de diverso grado.

También en las prisiones de las regiones de Gafsa y Kaserín, en el centro oeste, y en las Bicerta y Mornaguía se registraron motines e intentos de incendio por parte de los reclusos. En Gafsa y Kaserín los motines fueron controlados mientras que en la cárcel de Bicerta, al noroeste de Túnez, y en la de Mornaguía, a 17 kilómetros de la capital, decenas de presos han conseguido escapar, según las mismas fuentes.

El estado de excepción está vigente desde que Ben Ali huyó del país el viernes. Aunque hay algún síntoma de recuperación de la normalidad, como la reapertura del espacio aéreo, la situación es inestable y los militares siguen desplegados en las calles.

En la capital tunecina durante la noche se registraron numerosos saqueos y pillajes, de autoría hasta el momento desconocida, y se escucharon algunos disparos aislados. En el centro de la ciudad, prácticamente desierto, se ha incrementado la presencia de efectivos militares y dos tanques se han apostado a la entrada de la popular avenida Habib Burguiba. Las fuerzas policiales han cerrado además los accesos a la avenida desde las calles adyacentes con barreras metálicas.

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