El 9 de mayo se celebra el día de Europa, una cita que conmemora las bases de paz y solidariedad entre países que estableció Schumann en 1950. Con varias crisis económicas por el medio, nuevos socios y un grupo creciente de euroescépticos, la unión pasa su momento institucional más complejo. Los ciudadanos han perdido la confianza. En 2007, la mayoría de los europeos (52%) tenían una imagen "totalmente positiva" de este organismo, porcentaje que ha descendido hasta el 39 por ciento en 2014. No obstante, son cada vez más los que sienten que su voz se tiene en cuenta (42%) que aun está lejos del escéptico 52% que no se sienten representados.
Los finlandeses y los suecos son quienes más europeos se sienten (76%), junto con alemanes, daneses y polacos (74%), austríacos y eslovacos (73%) y españoles (71%). En el otro extremo se encuentran los británicos (50%) y griegos (45%), que son quienen menos europeos se sienten. El sentimiento europeo se ha mantenido estable en los últimos 10 años, con variaciones más pronunciadas en los dos últimos años, que ha aumentado.
La crisis económica ha pasado por toda Europa, pero no ha afectado a todos los países por igual. Según datos de Eurostat, la tasa de desempleo en la Unión Europea se situaba, al finalizar 2014, en un 10,2 por ciento, su primer descenso después de encadenar subidas desde 2008. Pero no todos los países tienen un 10.2 por ciento de paro. Como ocurre con cualquier media, hay unos países que la suben, y otros que la bajan. Los dos países que tenían mayor tasa de desempleo al acabar 2014 eran Grecia (26,5%) y España (24,5%), muy lejos de aquellos con cifras más bajas: Alemania (5%), Luxemburgo (5,9%) y Reino Unido y la República Checa (6,1% cada uno).
Con este panorama, ¿ha pasado ya lo peor o aún queda por llegar?. También sobre esto se ha preguntado a los ciudadanos europeos en los sucesivos eurobarómetros, cuya opinión ha ido variando conforme han pasado los años: en otoño de 2011 se ven las mayores diferencias: un 68 por ciento de los encuestados pensaba que aún quedaba lo peor por llegar, y sólo el 23 por ciento opinaba que ya se había alcanzado el límite.
Según esta encuesta, la mayoría de los europeos apoyan el uso de la moneda única en todos los países de la UE, pero también aquí se observa el efecto de la crisis en los últimos años: los apoyos han ido descendiendo desde 2008 hasta 2013, pasando del 63 por ciento al 51 por ciento de 'sí' al euro.
El presente de Europa parece ser el desempleo. Al menos así lo es si se miran cuáles son los principales problemas para los europeos:el paro 'gana' en un 48 por ciento de los casos, según los resultados del Eurobarómetro del pasado otoño.
Tras el paro se sitúan la situación económica (29 por ciento) y la inflación (16%), quedando en tercer lugar la inmigración, la seguridad social y las deudas de los gobiernos (14, 15 y 13 por ciento, respectivamente).
