Grecia vota hoy el plan de reestructuración de su deuda

El pleno del Parlamento griego discute y vota hoy la legislación sobre el proceso de la llamada quita, que permitirá a Grecia eliminar algo más de una cuarta parte de su deuda de unos 360.000 millones de euros.

El texto ya fue aprobado en la tarde de ayer por la Comisión de Asuntos Económicos con el voto favorable del socialdemócrata Pasok y la conservadora Nueva Democracia (ND) y la oposición del resto de partidos.

El plan de reestructuración de la deuda helena, a la que el Eurogrupo dio luz verde en la noche del lunes al martes junto al nuevo crédito de 130.000 millones de euros, significará la condonación de unos 107.000 millones de euros, es decir, el 53,5 % del monto de los bonos tenidos por grandes bancos privados y fondos de inversión.

La votación en la Cámara se espera para las 19.00 ó las 20.00 GMT, aunque depende en última instancia de la marcha del debate previo.

Los bonos serán sustituidos por nuevos títulos griegos por un valor del 30,5 % de los actuales más otros con un valor del 15 % emitidos por el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, por sus siglas inglesas).

El proyecto de ley sobre la quita incluye un mecanismo llamado Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) que permitirá obligar a los tenedores de la deuda helena a acogerse a la quita si hay una mayoría de acreedores que apoyan la reestructuración.

La primera reacción llegó ayer de la agencia de calificación Fitch que rebajó la nota de la deuda griega de CCC a C, colocándola al borde del nivel de impago.

"Fitch considera que si se realiza la propuesta de reducir la carga de la deuda pública de Grecia a través de un canje de deuda con los acreedores privados, constituiría una calificación de impago", afirmó en un comunicado.

Otras agencias de calificación ya habían avisado con anterioridad de que considerarían un impago la aplicación de los CAC.

Esta es la opinión que han mantenido los fondos de riesgo que poseen títulos de deuda helena, que han amenazado con hacer uso de las permutas de impago crediticio (CDS) si se les obliga a participar en la quita, una posición que ha sido reforzada por la declaración de Fitch.

Los grandes bancos -representados en las negociaciones por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF)- se han mostrado más partidarios del proceso de quita, pues esperan que los incentivos que repartirá Grecia y los fondos destinados a la recapitalización bancaria les permitirán paliar parte de las pérdidas derivadas de la reestructuración de la deuda.

De acuerdo a los medios griegos, de los 130.000 millones del préstamo se utilizarán 30.000 millones como "incentivo" para los bancos y otros 23.000 millones para recapitalizar las pérdidas bancarias, aunque el ministro de Finanzas heleno, Evangelos Venizelos, ha reconocido que esta última cifra podría aumentar hasta los 50.000 millones, dependiendo de las necesidades bancarias.