Hollande defiende "las medidas" tomadas para garantizar la seguridad

El presidente francés responde así a las voces críticas que aseguran que el drama pudo haberse evitado y afirma que hay "muchos niños" y "muchos extranjeros" entre las víctimas
Hollande, junto a algunos de sus ministros, se dirige a los miembros de la policía, seguridad y bomberos en el Palacio de la Prefectura de Niza
photo_camera Hollande, junto a algunos de sus ministros, se dirige a los miembros de la policía, seguridad y bomberos en el Palacio de la Prefectura de Niza

El presidente francés, François Hollande, defendió este viernes que las autoridades "habían tomado todas las disposiciones" para garantizar la seguridad, "en la medida de lo posible", del público del espectáculo pirotécnico de Niza, que fue víctima de la masacre perpetrada el jueves por la noche con un camión. "Se habían tomado todas las disposiciones para que estos fuegos artificiales estuvieran, en la medida de lo posible, protegidos", señaló el mandatario recién llegado a la ciudad mediterránea, en un discurso en el que saludó la actuación policial para "neutralizar al asesino" y "acabar con la carnicería".

Reaccionaba de forma indirecta así a las recriminaciones de diversos líderes de la oposición de derechos, que como el exprimer ministro Alain Juppé, quien dijo que "si se hubieran puesto todos los medios, el drama no se habría producido". En la misma línea, el presidente de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, Christian Estrosi, antiguo alcalde de Niza, cuestionó el dispositivo de las fuerzas del orden que hubo en el paseo de los Ingleses de la ciudad donde se produjo el atentado.


En torno a medio centenar de heridos en el ataque se hallan "en estado crítico, entre la vida y la muerte"


El jefe del Estado socialista recordó que hace meses había decidido reforzar los efectivos de las fuerzas de seguridad que se habían reducido anteriormente, en alusión al mandato de su predecesor, Nicolas Sarkozy, que es el presidente de Los Republicanos, el partido de Juppé y Estrosi. En cualquier caso, Hollande se quiso elevar por encima de esa polémica naciente con reiterados llamamientos a la unidad, recordando que la lucha contra el terrorismo "va a ser larga" porque enfrente hay "un enemigo que va a continuar a todos los pueblos, a todos los países que tienen la libertad como valor esencial".

Así, pidió "unidad", "cohesión" y "fuerza" para que "Francia sea más fuerte que los que quieren hacerle mal", y se mostró convencido de que "somos capaces de vencerlos porque somos una Francia unida". El presidente avanzó que seguirán "poniendo (su) vigilancia y (su) protección al servicio de los franceses", antes de evocar los mensajes de "amistad" desde el extranjero con Francia.

"El mundo —argumentó— nos dice con amistad lo que piensa de nosotros, que somos un país fuerte que es capaz de superar todas las pruebas, y ha habido muchas estos últimos meses y hemos dado un buen ejemplo al mundo por la unidad y la cohesión". 


Hollande aplaudió la actuación policial para "neutralizar al asesino" y "acabar con la carnicería"


Hollande había anunciado el jueves, horas antes de la tragedia, que desde el 26 de julio iba a levantar el estado de emergencia que estaba en vigor desde los atentados yihadistas del 13 de noviembre en París, y que se reduciría el dispositivo militar antiterrorista en territorio francés de 10.000 a 7.000 soldados. De madrugada tuvo que dar marcha atrás a ambas medidas tras la matanza de Niza, y además reclamó a la Gendarmería que llame a sus reservistas para reforzar el dispositivo de seguridad.

En cuanto a las víctimas, especificó que hay "muchos niños, niños pequeños" entre las víctimas, así como un gran número de "extranjeros". Además, señaló que una cincuentena de heridos en el ataque se hallan "en estado crítico, entre la vida y la muerte", tras visitar uno de los hospitales de esa ciudad mediterránea. "84 personas han muerto y hay una cincuentena en estado crítico, entre la vida y la muerte", dijo el presidente francés.

Añadió que entre las víctimas hay "muchos extranjeros de muchos continentes y muchos niños, niños pequeños, que fueron a asistir a unos fuegos artificiales en familia, para disfrutar y compartir su felicidad (...) y que han sido golpeados hasta la muerte para simplemente satisfacer la crueldad de un individuo o tal vez de un grupo". Hollande recordó que muchos de los heridos soportarán traumatismos el resto de sus vida, incluso quienes no resultaron físicamente afectados.

"Francia, toda entera debe compartir esta emoción, esta solidaridad con las víctimas, con sus allegados, con sus familias", expresó el mandatario en su alocución, flanqueado a ambos lados por el primer ministro, Manuel Valls, y la ministra de Sanidad, Marisol Touraine.

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