Hollande será el rival de Sarkozy en las elecciones generales

François Hollande será el candidato del Partido Socialista francés (PS) a la Presidencia su país, tras su victoria, clara y sin sorpresas, sobre la primera secretaria de la formación, Martine Aubry, en las elecciones primarias celebradas el domingo en Francia.

Hollande, de 57 años y representante del ala moderada del PS, será el rival por lo tanto en las elecciones de 2012 de Nicolas Sarkozy, el actual presidente de la República, a quien los socialistas pretenden sacar del Palacio del Elíseo, sede de la Presidencia.

Los datos del recuento de votos confirmados por el PS, con algo más de un millón de sufragios escrutados, indicaban hacia las 23.00 horas locales (21.00 GMT), cuatro horas después del cierre de las votaciones, que Hollande alcanzó el 57,37 %

Aubry reconoció ya la victoria de Hollande y llamó a la unidad del partido detrás de su candidato, al tiempo que confirmó que se queda al frente del PS, como hasta ahora.

El ganador de los comicios del PS pidió un partido "solidario" en el camino al palacio presidencial y aseguró que a los conservadores no les va a ser precisamente fácil hacerse a "la idea de la alternancia", viéndose ya como inquilino del edificio del número 55 de la rue Faubourg Saint-Honoré.

Las primarias de los socialistas se saldan además con un éxito inesperado de participación de los franceses, que han vivido durante semanas con un destacado interés los debates de los seis candidatos del PS y que en esta segunda ronda acudieron en mayor número: unos 2,7 millones en cifras aún no definitivas.

Las intervenciones de todos ellos en televisión en horas de máxima audiencia reunieron a millones de franceses, que pudieron apreciar sin embargo que las distancias entre los candidatos probablemente no eran grandes desde el punto de vista ideológico.

El proceso de primarias del PS acaba por lo tanto con la derrota de Aubry, representante de la izquierda del partido y que en los últimos días vio cómo los otros cuatro compañeros que rivalizaban con ella y con Hollande se pronunciaban a favor del diputado de Corrèze (centro-sur).

La alcadesa de Lille, quien interpretó durante la campaña de las primarias el papel de líder de lo que ella misma denominó una "izquierda fuerte" -frente al cartel de "izquierda blanda" asociado a Hollande hasta dentro de su propio partido- se hará ahora a un lado para dejar paso al candidato que más franceses ven como idóneo para volver al Elíseo.

Además, las primarias significan un éxito de participación por encima de los límites de las bases y los simpatizantes del PS, ya que el proceso se abrió por deseo del partido a todos aquellos que quisieran apoyarlo previa declaración de compromiso con los valores que representa el partido y el pago simbólico de un euro para sufragar gastos.

Este, después de votar en las primarias de su partido en un colegio electoral al que accedió evitando a la prensa, comunicó que quiere declarar para limpiar su nombre, vinculado ahora a un asunto de presunto proxenetismo en la ciudad de Lille.

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