El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha respondido a la oferta de las potencias occidentales del P5+1 de dialogar sobre su programa nuclear con una de cal y otra de arena.
Por un lado afirmando que está dispuesto a emprender conversaciones basadas en ''la justicia y el respeto''. Por el otro anunciando que Irán ya dispone de 7.000 centrifugadoras para enriquecer uranio y que está probando nuevos modelos más potentes.
Además, este jueves conmemoró el 'Día nacional de la energía nuclear' inaugurando la primera planta iraní para generar combustible nuclear, en la ciudad de Isfahán, en el centro del país.
Eso sí, Ahmadineyad insiste en que Irán pretende hace un uso exclusivamente civil de la energía nuclear y que ''la nación iraní ha estado desde el principio a favor de la lógica y las negociaciones, pero negociaciones basadas en la justicia y el completo respeto por los derechos y las regulaciones''.
Completa el ciclo de producción
Irán ha completado el ciclo de producción propia del combustible nuclear con la presentación del primer aparato en el que se concentran las pastillas de combustible nuclear y que pondrán en funcionamiento el reactor nuclear que construyen en la planta nuclear de la ciudad de Arak.
La fábrica es capaz de producir anualmente 10 toneladas de combustible nuclear para alimentar el reactor de agua pesada de 40 megavatios de Arak, y otras 30 toneladas para los futuros reactores de agua ligera, según ha detallado la agencia iraní Mehr.
El presidente Ahmadineyad anunció en la inauguración de la planta de Isfahán que Irán ha conseguido dos importantes avances en la tecnología de enriquecimiento de uranio: el almacenamiento de combustible y su preparación para ser introducido en los reactores de producción de combustible (nuclear) y el segundo es la prueba de dos nuevos géneros de centrifugadoras más potentes que las antiguas.
Hasta 50.000 centrifugadoras
Poco antes, el responsable de la Organización Iraní de la Energía Atómica, Gholamreza Aghazadeh, anunciaba que Irán dispone ya de 7.000 centrifugadoras en su planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, ''cifra que alcanzará las 50.000 en el programa quinquenal'' según ha indicado.
En un informe del 19 de febrero, la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) indicaba que Irán poseía 3.964 centrifugadoras en activo, 1.476 en pruebas y otras 125 instaladas, aunque no en funcionamiento.
