El izquierdista Boric abre una nueva era política en Chile

Con 35 años, se impone al ultraconservador Kast en las urnas e irrumpe en la lista mundial de mandatarios 'millennials'
Gabriel Boric, tras conocer el resultado electoral. EFE
photo_camera Gabriel Boric, tras conocer el resultado electoral. EFE

El diputado de izquierda Gabriel Boric será el nuevo presidente de Chile, cargo en el que le tocará liderar la transición hacia el modelo de país que consagre la futura Constitución y abordar los anhelos de cambio social que lo han aupado al poder, tras derrotar holgadamente este domingo al ultraconservador José Antonio Kast en las elecciones con mayor tensión política desde el fin de la dictadura hace tres décadas. 

Boric cosechó el 55,86% de los votos —frente al 44,14% de su contrincante—, con más del 99% escrutado, y sumó a Chile al grupo de países latinoamericanos que han girado a la izquierda en los últimos años, junto a Argentina, Bolivia, Honduras, México y Perú. Con más de 4,6 millones de votos de los más de 8,3 millones de electores que acudieron a las urnas, Boric se convirtió en el presidente electo que más sufragios acumuló en la historia del país, en una jornada en la que se registró el mayor porcentaje de participación en Chile desde que en 2012 el voto pasó a ser voluntario, superando el 55%.

El representante de la coalición Apruebo Dignidad, que cuenta con el apoyo del Partido Comunista, será el presidente más izquierdista en ocupar la sede del Gobierno, el Palacio de La Moneda, desde Salvador Allende (1970-1973), y el más joven en ostentar la primera magistratura en más de 200 años de historia. 

[ Varias personas celebran la victoria de Boric en Santiago de Chile. ESTEBAN GARAY ]

Varias personas celebran el triunfo de Boric en Santiago de Chile. EFE

De hecho, su nombre se incorpora a la lista mundial de mandatarios millennials, que nacieron cuando las dictaduras militares asolaban gran parte de Latinoamérica y la mayoría de los cuales no había alcanzado su primer decenio de vida cuando cayó el muro de Berlín.

El que será el presidente más izquierdista desde Allende aspira a "construir un nuevo Chile más solidario y justo" y quiere más Estado, feminismo y ecologismo

Bregado en las luchas estudiantiles de hace una década y diputado desde 2014, Boric, de 35 años, busca acabar con el modelo neoliberal instalado durante la dictadura y está muy ligado a las revueltas sociales de finales de 2019 a favor de mejores servicios básicos. Santiago es su gran bastión y los jóvenes sus principales simpatizantes. 

El próximo 11 de marzo de 2022, cuando tenga 36 años de edad recién cumplidos, Boric —nacido en la sureña ciudad de Punta Arenas y descendiente por parte paterna de inmigrantes croatas— sustituirá al conservador Sebastián Piñera como presidente del país. 

Boric encarna un cambio de era política en Chile, que deja atrás a las tradicionales coaliciones de centroderecha y centroizquierda que se han repartido el poder en los últimos 30 años y entrega por primera vez ese liderazgo a una formación de reciente creación que recoge el descontento ciudadano con las instituciones. 

Representa a una generación que apenas vivió bajo el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990), que repudia el modelo neoliberal que consagró el dictador hasta la fecha y que aspira a transformar el país en un Estado de bienestar con pensiones solidarias, salud universal e impulso de derechos sociales, por la diversidad, las minorías y el medioambiente. "Estamos ante un cambio de ciclo histórico", afirmó Boric en su primer discurso como presidente electo. 

Boric cosechó el 55,8% de los votos, frente al 44% de su contrincante

VOTOS "PRESTADOS" DE LA CENTROIZQUIERDA. Fue el reclamo de estos cambios por lo que el país estalló en una grave ola de protestas en octubre de 2019 y Boric era el candidato que prometía en su programa transitar hacia ese nuevo Chile. 

Pero, tras llegar a la segunda vuelta del domingo en segundo lugar —con el 25,83% de los votos, por los 27,91% que obtuvo Kast, defensor del modelo neoliberal y de los valores tradicionales—, necesitó hacer concesiones al votante de la centroizquierda para tomar el voto "prestado" de electores que no quieren una revolución, pero que vieron en Boric una opción menos mala que la del ultraconservador. 

"Seré el presidente de todos los chilenos y chilenas, no gobernaré solo entre cuatro paredes", expresó Boric durante una conversación con Piñera, tras conocerse su victoria virtual en las elecciones. El presidente saliente le trasladó sus felicitaciones y lo animó "a saber combinar la fuerza, el idealismo, el espíritu de la juventud con la prudencia". 


Un gobierno con grandes retos
Boric matizó en la segunda parte de la campaña sus promesas electorales, añadiendo mayor gradualidad a las ambiciosas metas de recaudación fiscal del 8% del PIB en 8 años y reconociendo que los cambios necesitan de un proceso de tiempo. 

Los que le prestaron su apoyo desde sectores más moderados serán muy vigilantes, pero también encontrará la presión de sus aliados del Partido Comunista, la izquierda más radical y quienes confiaron en él para cambiar el país. 

Congreso fragmentado
Chocará también con un Congreso muy fragmentado, pero en el que la suma de izquierda y derecha está casi empatada, lo que obligará a arduos acuerdos y negociaciones para avanzar. "Los avances sustantivos para ser sólidos van a requerir de acuerdos amplios y que para durar tienen que ser peldaño a peldaño", dijo Boric este domingo. 

Más Estado, feminismo y ecologismo
"Construir un nuevo Chile más solidario y justo" es la frase que ha repetido como un mantra Boric, cuyo programa se sustenta sobre tres pilares: más Estado, feminismo y ecologismo. 

Economía
Encontrará un país cuya economía está previsto que crezca alrededor del 12% este año, tras caer un 5,8% en 2020, "la peor caída en cuatro décadas" debido a la pandemia, pero para los años 2022 y 2023 el Banco Central del país proyecta una fuerte desaceleración, de 1,5% y 2,5%, y entre 0,0% y 1,0%, respectivamente. En tanto, la tasa inflacionaria de los últimos 12 meses está un 6,7%, la mayor desde 2008. 

Nueva Constitución
Mientras, Boric deberá implementar el proceso constituyente que lleva a cabo la convención que redacta una nueva Carta Magna, que en 2022 será sometida a referéndum para su aprobación o rechazo, y cuya composición es de mayoría progresista. 

"Su Gobierno nos da certeza del respeto a la autonomía y el trabajo de la convención", dijo la constituyente Constanza Schonhaut sobre Boric, que fue uno de los impulsores del acuerdo político que en noviembre de 2019 abrió el proceso constituyente en el país.

 

Un nuevo nombre para el recambio generacional

Boric inició la carrera hacia el Gobierno con 35 años, la edad mínima para postularse, y asumirá el cargo en marzo de 2022 con 36 y un mes (nació el 11 de febrero de 1986), convirtiéndose en el presidente mas joven de la historia chilena. "Es un recambio generacional que no solo sucede aquí. Es un fenómeno mundial, mucho más allá de Boric", dijo a Efe Valentina Rosas, analista de la Universidad Católica. 

Su aplastante triunfo, según explicó a Efe Mauricio Morales, "responde al desgaste de los partidos tradicionales que gobernaron Chile los últimos 30 años y al pedido de cambio expresado en el estallido social", cuando miles de personas salieron a las calles a finales de 2019 para protestar contra la desigualdad. 

Para Claudia Heiss, de la Universidad de Chile, tiene que ver también con un deseo de "superar la transición": "Muchas de las personas que fueron importantes tras el fin de Pinochet, como Aylwin o Lagos, estuvieron en la política chilena incluso antes del golpe del 73", apuntó a Efe. 

¿QUIÉNES SON SUS COETÁNEOS? El año que viene, Boric compartirá citas internacionales con coetáneos de países tan lejanos, como Nueva Zelanda o Finlandia, y vecinos latinoamericanos, como Costa Rica y El Salvador. Pese a ser un año más mayor que Boric, la finlandesa Sanna Marin llegó al poder en 2019 con tan solo 33 años, con un discurso progresista que sorprendió incluso en la adelantada Escandinavia: "Soy de una familia homoparental y eso me ha condicionado para que la igualdad y los derechos humanos sean muy importantes para mí". 

Marin compartía juventud en Europa hasta hace muy poco con el austríaco Sebastian Kurz, que también se convirtió en primer ministro con 33 años, pero que renunció en octubre tras ser mencionado en la investigación mundial Papeles de Pandora. 

Otra de las millenials que ha adquirido mucha notoriedad en los últimos tiempos es la neozelandesa Jacinda Ardern, admirada por su gestión durante los primeros meses de la pandemia y por compatibilizar su maternidad con el cargo. 

Para Jaime Abedrapo, jefe de la Escuela de Gobierno de la Universidad de San Sebastián, las redes sociales han jugado un papel "determinante" en la irrupción de estos nuevos liderazgos, siendo el salvadoreño Nayib Bukele su máximo exponente. "Oficialmente soy el presidente más cool del mundo", tuiteó a los pocos días después tomar posesión en 2019. El exalcalde de San Salvador, cuestionado por su creciente autoritarismo, terminó con el reinado del costarricense centroprogresista Carlos Alvarado, quien en abril de 2018 se había convertido, con 38 años, en el mandatario más joven de América. 

Todos estos liderazgos despertaron temores en un primer momento por su falta de experiencia, de ahí la importancia de "sumar apoyos transversales e intergeneracionales", indicó a Efe Octavio Avendaño, de la Universidad de Chile. "La capacidad de construir acuerdos no depende de la edad", agregó por su parte Heiss.

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