Kiev convoca una 'cumbre' que incluye a los separatistas prorrusos

El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ofreció hoy a los separatistas prorrusos participar mañana en una ronda de consultas con la OSCE y Rusia que podría acercar un nuevo alto de fuego en el este sublevado del país.

El líder ucraniano, en una conversación telefónica con la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, dijo estar a la espera de que otros miembros del "grupo de contacto" formado por Ucrania, Rusia, la OSCE y los rebeldes prorrusos determinen hora y lugar de la reunión. Poco antes, uno de los líderes de los sublevados, Andréi Purgín, había comentado que la reunión podría celebrarse en Minsk, la capital bielorrusa, toda vez que los representantes de Kiev son reacios a desplazarse a la zona del conflicto por motivos de seguridad. Por su parte, los líderes rebeldes no pueden entrar en la UE por las sanciones que pesan sobre ellos.

Poroshenko, presionado por la comunidad internacional para buscar una salida pacífica al enfrentamiento armado que mantienen sus fuerzas con los sublevados de las regiones orientales de Lugansk y Donetsk, accedió ayer por primera vez a negociar con ellos e incluso a declarar un cese de hostilidades duradero.

En un aparente cambio de rumbo, el presidente ucraniano ya no exige a los separatistas la rendición total como condición para poner fin a la operación militar contra ellos, como sí hacía en el plan de paz que presentó en junio.

El mandatario ha puesto ahora sólo tres condiciones para recuperar el alto el fuego: su total cumplimiento por los sublevados, la liberación de los prisioneros que éstos retienen y el establecimiento del control sobre la frontera ruso-ucraniana, con la cooperación de Rusia y bajo la vigilancia de la OSCE (Organización de Seguridad y Cooperación en Europa). No obstante, en un discurso de todo muy diferente, el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Parubi, no descartó hoy la declaración de la ley marcial en las dos regiones donde tienen lugar las acciones militares.

Aseguró que el órgano que preside ya tiene listo el documento para decretar la ley marcial, que "prevé -concretó- no sólo el decreto del presidente, sino también el plan de coordinación y mando de todas nuestras unidades" en el marco del estado de excepción.

Respaldó además la decisión de Poroshenko de reanudar el pasado día 1 la "operación antiterrorista" contra los separatistas tras dar por concluido el alto el fuego que había regido desde el 20 de junio. "Los militares ucranianos han golpeado con aviación y artillería las bases, los puestos de control y los lugares de concentración de los terroristas, que han sufrido bajas que se cuentan por centenares" en los últimos cuatro días, aseguró el jefe del Consejo de Seguridad Nacional.

Las informaciones que llegan desde la zona, tanto por el lado del Gobierno de Kiev como de los prorrusos, apuntan a que las fuerzas ucranianas tienen la determinación de ganar a los separatistas en el campo de batalla y no en la mesa de negociaciones.

Los combates más intensos continúan en los accesos a la ciudad de Slaviansk, símbolo y bastión de la sublevación que estalló a mediados del pasado abril en Donetsk y Lugansk.

Las fuerzas ucranianas se empeñan en expulsar a los separatistas de la localidad de Nikoláyevka, última ruta de abastecimiento para los rebeldes atrincherados desde hace casi tres meses en Slaviansk, ciudad de la región de Donetsk en la que permanecen aún alrededor de 45.000 de sus 120.000 habitantes. "Nikoláyevka ya está bajo nuestro control. Hemos tomado a 50 guerrilleros que han depuesto las armas", escribió a última hora de hoy en su página de la red social Facebook el ministro de Interior ucraniano, Arsén Avákov.

Los combates por esa localidad, cuya toma por las tropas ucranianas cierra el cerco sobre Slaviansk, duraron más de nueve horas sólo en la jornada de hoy.

El portavoz de la operación militar, Alexéi Dmitrashovski, aseguró que en las últimas 24 horas las tropas ucranianas han matado "como mínimo a 150 milicianos" en el área de Slaviansk, el primer lugar del este ucraniano donde los separatistas tomaron las armas.

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