La 'ciberguerra', la otra contienda entre Palestina e Israel

Al margen de los bombardeos con aviones y cohetes, Israel y el movimiento islamista Hamás libran estos días una ciberguerra por internet y a través de varios medios electrónicos con la que, sin causar muertos ni heridos, tratan de desmoralizar a su enemigo y entorpecer su rutina.

Esta guerra, en la que participan los servicios de inteligencia y simpatizantes de cada parte en todos los rincones del mundo, incluye ataques piratas a sitios oficiales, suplantación de identidades en redes sociales, publicación de materiales por canales como Youtube, y difusión de acusaciones y atrocidades con fines propagandísticos.

A esta simbiosis de guerra psicológica y nuevas tecnologías de la comunicación, las dos partes dedican considerables recursos y financiación. "Desde el principio llamamos a todos los técnicos palestinos en Gaza y por todo el mundo, principalmente a aquellos que tienen cuentas de Facebook, a que usen estas vías con el fin de tumbar las páginas y sitios israelíes", dijo a Efe Islam Shahwan, portavoz del Ministerio del Interior del gobierno de Hamás.

Su propio Ministerio fue víctima de un ciberataque israelí después de comenzar el miércoles la ofensiva Pilar Defensivo, en la que Israel ha barrido la franja de Gaza con más de 1.300 bombardeos aéreos y las milicias palestinas la mitad sur del territorio israelí con un millar de cohetes.

En un SMS, el portavoz informó a los periodistas de que a partir de ahora pueden seguir la página del ministerio del Interior en Facebook, quizás la única "dimensión" en la que queda en pie porque Israel también destruyó el domingo su edificio en Gaza capital. "Queremos enviar el mensaje de que la guerra de Israel contra nuestro pueblo, que tiene como blancos a seres humanos, tiene también una dimensión electrónica, y que el enemigo israelí no puede emplear los medios tecnológicos para fabricar mentiras", agregó Shahwan.

Los hackers palestinos y sus simpatizantes no se han quedado muy atrás de Israel, que desde el miércoles ha sufrido más de 44 millones de ataques cibernéticos por todo tipo de vías, desveló el ministro israelí de Finanzas, Yuval Steinitz.

Steinitz señaló que se trata de una cifra "sin precedentes" que representa "únicamente" los ataques contra páginas gubernamentales en internet y que una de ellas se cayó durante siete minutos. "Nuestro objetivo es causar al enemigo cuantas más pérdidas posibles a todos los niveles", afirmó Fawzi Barhoum, portavoz de Hamás, al exponer que los "bárbaros actos" de Israel que "tienen como blanco a los civiles" les hicieron pensar en todas las vías posibles para defenderse: "la guerra cibernética y electrónica era una de las opciones".

Hackers palestinos consiguieron también infiltrarse en las cuentas personales de correo de altos funcionarios israelíes, en los sitios de internet de los partidos políticos religiosos, de algunos ministerios y organismos de seguridad, y del Cuerpo de Bomberos.

En la página de unos de los diputados más derechistas del partido gobernante Likud, Dani Danón, implantaron una fotografía de Ahmed Yabari, el jefe del brazo armado de Hamás que fue asesinado por Israel al comenzar la ofensiva. En represalia, los hackers israelíes atacaron los sitios de varios grupos militantes de Gaza y del gobierno de Hamás. Una dimensión paralela es la guerra psicológica a través de las distintas plataformas de comunicación: internet, la radio, la televisión, los mensajes SMS o una combinación de ellas.

El domingo Israel interceptó las señales de las emisoras de Hamás y de la Yihad Islámica para implantar un mensaje de sus servicios de inteligencia en el que pedía a los espectadores, en un más que insuficiente árabe, que se "mantengan alejados de las infraestructuras de Hamás" y "no ayuden a los terroristas".

Los SMS son una vía que la Inteligencia israelí emplea desde hace años, y para no faltar a la tradición no ha dejado de hacerlo en esta ofensiva. Cientos de residentes de la franja recibieron por esa vía el mismo mensaje que implantaron en las emisoras. "Mi móvil sonó y en la pantalla aparecía un número desconocido que comenzaba por el código internacional 0044", relató Said Khaled Ashqar, uno de los receptores. Y agregó que, si bien al principio dudó en responder a la llamada, al final le picó la curiosidad y oyó un mensaje grabado en árabe en el que el Ejército israelí le pedía "no ayudar a los terroristas de Hamás y alejarse de sus cohetes".

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