El Consejo de Seguridad de la ONU puede votar el miércoles para decidir si impone una cuarta ronda de sanciones a Irán por negarse a detener el enriquecimiento de uranio, según aseguraron fuentes diplomáticas.
También confirmaron que los países que auspician el proyecto de resolución con las nuevas medidas contra Teherán finalizaron el viernes las negociaciones sobre el documento y están preparados para llevarlo a votación.
Así, los 15 miembros del máximo órgano se reunieron el lunes durante cerca de una hora para escuchar una propuesta de Brasil y Turquía, dos de los miembros no permanentes del Consejo, para celebrar un debate abierto antes de que se vote. Ambos países consideran que se debe dar más tiempo a las negociaciones con Irán después de que el mes pasado consiguieran un acuerdo con Teherán para intercambiar uranio enriquecido.
Los miembros del Consejo concluyeron la reunión del lunes con la decisión de volver a estudiar el martes la solicitud de brasileños y turcos a nivel de embajadores, aunque no parece que ello vaya a alterar la fecha de la votación.
"Discutiremos primero el contenido de la resolución y luego discutiremos si es adecuado celebrar un debate abierto antes de adoptar la resolución, probablemente el miércoles", explicó a la salida de la reunión el portavoz de la Misión de Francia ante la ONU, Stephane Crouzat.
Las delegaciones brasileñas y turca consideran que un debate abierto permitirá explicar las posiciones de cada país respecto al caso iraní, mientras que otros miembros del máximo órgano lo consideran redundante, ya que durante la votación cada país tiene derecho a tomar la palabra para exponer sus argumentos.
Nuevas restricciones al plan nuclear
Fuentes diplomáticas dijeron que del proyecto de resolución con las nuevas sanciones sólo quedan por determinar los anexos, en los que se precisa las entidades y los individuos objeto de las penalizaciones. Así, el documento elaborado por Estados Unidos, con el apoyo de las otras potencias permanentes del Consejo de Seguridad (Francia, Reino Unido, Rusia y China), endurece el actual régimen de sanciones contra Irán y establece nuevas restricciones en relación al programa nuclear de Teherán.
Entre otras cosas, el borrador estadounidense impone por primera vez restricciones para la venta a Irán de armas convencionales y prohíbe proporcionar a Teherán tecnología que pueda ser empleada en el desarrollo de misiles capaces de llevar cabezas nucleares.
Tampoco permite inversiones iraníes en la fabricación de sistemas balísticos o en la extracción y procesamiento de uranio, al tiempo que endurece el régimen de inspecciones a las embarcaciones y aviones iraníes, así como de las actividades financieras y bancarias del país, en especial las realizadas por integrantes de la Guardia Republicana iraní.
EEUU y otros países acusan a Irán de tratar de convertirse en una potencia atómica y exigen que cumpla con sus obligaciones bajo el Tratado de No Proliferación (TNP), del que Teherán es signatario. Por su parte, el Gobierno iraní asegura que su programa nuclear es exclusivamente de naturaleza científica y exige respeto a su derecho a explotar esta fuente de energía.
