La OSCE confirma que los observadores retenidos a manos de los prorrusos siguen vivos

El secretario general de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Lamberto Zannier, afirmó hoy que los cuatro observadores retenidos en el este de Ucrania por milicias prorrusas están vivos, en tanto que las negociaciones para su liberación prosiguen.

"Ellos están vivos y bien", declaró Zannier, quien consideró "escandaloso" que enviados de la OSCE que cumplían tareas de supervisión de la situación de derechos humanos y de seguridad sean acusados por sus captores de espías.

El alto funcionario declinó comentar cualquier detalle adicional sobre este secuestro: "La crisis está en curso y para mí, como secretario general, y para la presidencia de la OSCE, la prioridad es obtener su liberación rápida y sin condiciones", explicó.

La misión de la OSCE en Ucrania está compuesta de 200 observadores, además de 80 colaboradores que cumplen funciones logísticas diversas.

El mandato de la presidencia rotatoria de la organización, que este año ejerce Suiza, comprende el envío de hasta medio millar de observadores a Ucrania hasta fines de este año, pero Zannier precisó que no hay un calendario definitivo para el personal restante en vista de las limitaciones y riesgos existentes.

A este respecto, indicó que la inseguridad que prevalece en las regiones separatistas ucranianas de Lugansk y Donetsk ha obligado a la organización a disminuir el número de sus observadores en ambas y desplegarlos en otras áreas, principalmente en Kiev, Jarkov y Dnepropetrovsk. "Estamos en proceso de evaluar los riesgos operacionales", comentó el secretario general de la organización, quien agregó que los observadores que permanecen en Lugansk y Donetsk tienen restricciones de movimiento "por la aparición improvisada de barricadas".

De otra parte, Zannier afirmó hoy que se requiere un mejor control de la frontera entre Rusia y Ucrania para evitar la infiltración de individuos armados en el segundo país. Consideró que "debe haber más vigilancia (en la frontera), y Ucrania y Rusia deben cooperar para ello", aunque reconoció que "Rusia tiene una particular responsabilidad" en esta tarea y debe posicionar más guardias para evitar la entrada ilegal de personas. "Existe un riesgo de entrada no controlada de individuos armados que pueden crear problemas en Ucrania", recalcó.

El secretario general de la OSCE también se refirió al impacto en esta crisis de las elecciones presidenciales del pasado 25 de mayo en Ucrania, al subrayar que dieron "un alto grado de legitimidad al presidente" electo, Petró Poroshenko, y lo convirtieron "en una figura potencialmente unificadora" de la nación.

Sobre la operación militar lanzada por las autoridades de Kiev contra las milicias separatistas prorrusas, a las que denomina "terroristas", en el este del país, Zannier advirtió de que "es muy difícil resolver esta situación desde una perspectiva puramente militar", con el riesgo de que en lugar de que disminuya, la violencia aumente. 

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