Japón, al borde del colapso energético

La decisión de paralizar la planta nuclear de Hamaoka puede complicar el suministro eléctrico en todo Japón ya que para suplir la demanda la operadora Chubu Electric necesitará el apoyo de otras eléctricas afectadas por la crisis nuclear.

Se teme por el suministro especialmente durante el verano, cuando se dispara el consumo por el aire acondicionado, informó hoy la agencia local Kyodo.

El cierre temporal de Hamaoka fue aceptado ayer por Chubu Electric después de que se lo reclamase el viernes el Gobierno por seguridad, ya que la planta está ubicada al borde del mar en un área de gran riesgo sísmico, a unos 200 kilómetros de Tokio.

Según Kyodo, es probable que durante los meses estivales Chubu Electric no pueda continuar asistiendo como hasta ahora a TEPCO, la eléctrica que surte a la zona de Tokio y que lucha por solucionar la grave crisis en la central de Fukushima.

Tokyo Electric Power (TEPCO), que solo tiene operativa una de las tres centrales que posee debido al terremoto y tsunami del 11 de marzo, está siendo asistida por Chubu Electric y Kansai Electric, aunque solo puede recibir un millón de kilovatios debido a la diferencia de frecuencias entre el este y el oeste de Japón.

La paralización de los dos reactores de Hamaoka, considerados los más peligrosos de Japón, también complica que otras eléctricas reinicien las unidades que tienen en revisión desde el seísmo.

Japón tiene 54 reactores nucleares, de los que solo están operativos una veintena tras el terremoto y tsunami que causó la crisis nuclear de Fukushima.

El ministro de Finanzas nipón, Yoshihiko Noda, dijo hoy que la parada de Hamaoka puede tener un impacto negativo en empresas como Toyota, Sony o Toshiba, que tienen fábricas en la región del centro de Japón a la que suministra energía esta planta.

"Podría haber efectos indirectos sobre la economía, pero la seguridad (en la planta) debe estar por encima de todo", opinó Noda.

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