La Santa Sede cerró 2010 con unos beneficios de 9,8 millones de euros

La Santa Sede cerró 2010 con unos beneficios por valor de 9,8 millones de euros y el Estado de la Ciudad del Vaticano con un resultado positivo por valor de 21 millones de euros, informó hoy el Vaticano. Los ingresos de la Santa Sede en 2010 fueron de 245,19 millones de euros y los gastos de 235,34 millones de euros, lo que supuso unos beneficios de 9,8 millones de euros, según el balance presentado hoy por el cardenal Velasio De Paolis, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos.

En cuanto a los resultados del Estado de la Ciudad del Vaticano, el cardenal De Paolis informó que los ingresos fueron de 255,89 millones de euros y los gastos ascendieron a 234,84 millones de euros, cerrando 2010 con unos beneficios por valor de 21,04 millones de euros. Esos beneficios se deben al "buen año" de los Museos Vaticanos, donde aumentó el número de visitas, "a pesar de la crisis en el sector turístico mundial", precisó el Vaticano.

El Vaticano distingue entre la Santa Sede, que incluye los dicasterios -Ministerios- y organismos anexos, así como las nunciaturas (embajadas por el mundo), y el Estado de la Ciudad del Vaticano, donde se alza la basílica de San Pedro y se encuentran, entre otros, los Museos Vaticanos. En los dicasterios y otros organismos de la Santa Sede trabajan a fecha del 31 de diciembre de 2010 un total de 2.806 personas, en su inmensa mayoría eclesiásticos y religiosos, frente a las 2.762 del año 2009. En el Estado de la Ciudad del Vaticano, el más pequeño del mundo con apenas dos kilómetros cuadrados, trabajan 1.876 personas, frente a las 1.891 de 2009.

Además del balance, también se presentó el resultado del 'Óbolo de San Pedro', formado por las donaciones recibidas por el Papa de parte de los fieles de todo el mundo, que alcanzó los 67,70 millones de dólares (41,16 millones de euros), frente a los 82,5 millones de dólares (65,5 millones de euros, al cambio de ese momento) del pasado año.

Como está establecido, las iglesias locales también contribuyeron, según su disponibilidad, a mantener la estructura central de la Iglesia. En 2010 las Conferencias Episcopales entregaron un total de 27,32 millones de dólares (18,60 millones de euros), cifra inferior a la del año pasado. El Instituto para las Obras de Religión, el IOR, conocido también como el Banco del Vaticano donó al Pontífice 55 millones de euros para actividades religiosas.

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