El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso manifestó su satisfacción por la aprobación definitiva del plan de rescate del sistema financiero de Estados Unidos, al decir que las autoridades ''han demostrado responsabilidad''.
Barroso ha dicho que la Unión Europea "ha afrontado sus responsabilidades y continuará haciéndolo". "Nos comprometemos a cooperar con nuestros socios internacionales de la forma más efectiva", ha añadido.
Para ello, Durao buscará con los presidente de Francia, Alemania, Reino Unido e Italia, integrantes europeos del G-8, una postura europea común ante la crisis. A la reunión asistirán también los presidentes del Eurogrupo, Jean Claude Juncker y del BCE, Jean Claude Trichet. Destaca la ausencia de representantes de otro países con un peso economíco en el seno de la UE, como el caso de España.
Discrepancias previas
Los días previos a la cita han estado marcados por la discrepancia entre los participantes, especialmente en la propuesta francesa de crear un fondo de salvamento por valor de 300.000 millones, rechazado de plano por Alemania y otros países como España.
Para evitar romper cualquier posibilidad de acuerdo antes incluso de la reunión, el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Jean-Pierre Joyel, quiso aclarar que el objetivo es realizar un reparto de funciones entre los Estados miembros y el BCE, además de transmitir un mensaje de que los líderes no dejarán en Europa quiebras bancarias que pongan en peligro el sistema.
Sarkozy pretende también convencer a sus socios que la UE puede aprovechar la debilidad de Estados Unidos para liderar una reforma del sistema financiero internacional.
