La UE busca su política común de inmigración

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El Pacto Europeo de Inmigración y Asilo será debatido por los ministros de Justicia e Interior de la UE a partir de un documento acordado por Francia, España y Alemania. Por primera vez, se sientan las bases para una política común europea en materia de innmigración y debe ser ratificado por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la Cumbre del próximo 15 de octubre en Bruselas.

Sigue la línea dura marcada por la UE con la directiva de retorno de inmigrantes, aunque suavizando algunas 'aristas' presentadas por la gobierno francés. Así, desaparece la prohibición explícita de regularizaciones masivas, admitiendo ''regularizaciones caso por caso'' por razones humanitarias e incluso económicas.

El 'contrato de integración' que ya se aplica en Francia se sustituye por la obligación del respeto a las leyes del país de acogida y con una mención al ''equilibrio de derechos y deberes de los inmigrantes''.

También se ponen unas reglas para la reagrupación familiar y se incluye una vaga mención al ''respeto a la convención europea de los Derechos del hombre''. Las legislaciones estatales deberán tener en cuenta la capacidad económica y social del inmigrante para integrar a sus familar.

Bases de la política común
El documento señala que "los extranjeros en situación irregular deben dejar el territorio de la UE" y que "todos los Estados tienen la obligación de readmitir a sus nacionales", para lo que será necesario la firma de convenios bilaterales.

El preámbulo del documento incluye tres bases sobre las que se asienta esta política común:

-La hipótesis de una inmigración cero parece irrealista y peligrosa.

-Las migraciones contribuyen al crecimiento económico de la Unión Europea y de Estados que las necesitan por su situación demográfica y su mercado de trabajo.

- La UE no tiene medios para acoger dignamente a todos los inmigrantes que buscan una vida mejor. Una inmigración mal controlada puede atentar contra la cohesión social de los países de acogida".

Cinco objetivos
El Pacto Europeo se marca cinco objetivos: organizar e integrar la inmigración legal, luchar contra la inmigración irregular, un refuerzo de los controles fronterizos, poner las bases para una "Europa de asilo" y crear un sistema de colaboración con los países de origen.

"La inmigración debe convertirse en un componente importante de las relaciones exteriores", afirma el texto, que apuesto por mayor ayuda al desarrollo con los países de origen y tránsito de inmigrantes y por una mayor formación del personal de frontera, intentando convertirlo en el primer "muro" contra la inmigración irregular.

El Gobierno español, que pactó la última redacción en una reunión con el Ejecutivo francés celebrada el pasado jueves en Madrid, se declara "muy satisfecho" del resultado y cree que éste avala la política de inmigración aplicada por España en los últimos años.

Rubalcaba: ''el Gobierno español está satisfecho''

El ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró "satisfecho" con el pacto europeo de inmigración propuesto por Francia, pues recoge lo esencial del modelo español de política migratoria. El titular de Interior aseguró también: "Nos sentimos muy cómodos" con el compromiso de que las regularizaciones de inmigrantes se harán "caso por caso".

Francia tuvo que renunciar, ante el rechazo español, a introducir en el texto la obligación de que los inmigrantes firmen un contrato de integración en el que se comprometerían a aprender la lengua del país de acogida y a respetar sus leyes.

Por parte alemana, el ministro de Interior, Wolfgang Schäuble, mostró su apoyo al texto planteado por la presidencia francesa y señaló que muestra el compromiso de la UE de combatir la inmigración legal y gestionar mejor la legal.

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