Las cajas negras del vuelo Río-París apuntan a un error de los pilotos

El análisis de las cajas negras del vuelo entre Río de Janeiro y París que se estrelló hace casi dos años en aguas del Atlántico apuntan a un error de los pilotos como motivo del accidente que causó la muerte de los 228 ocupantes del avión, revela hoy la página web del diario Le Figaro.

La información, no confirmada por los investigadores, fue publicada un día después de que se confirmara que los datos recogidos en las cajas negras estaban en buen estado pese a las duras condiciones en las que estuvieron en el fondo marino, a casi 4.000 metros de profundidad.

Según Le Figaro, los datos leídos el pasado fin de semana en esas cajas negras exculpan a Airbus, fabricante del A330 que se estrelló y uno de los procesados por homicidio involuntario en la investigación judicial abierta en Francia.

Los expertos de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), encargada de las pesquisas, tratan ahora de determinar si el error de los pilotos es puramente humano o incumbe también a las consignas de seguridad de la aerolínea Air France, propietaria del avión, el otro imputado, agrega el medio.

Para aclararlo disponen de las informaciones recogidas en las dos cajas negras, localizadas y remontadas a la superficie a principios de mes y que llegaron a París el pasado jueves.

Gracias a esa información, los investigadores esperan reconstruir lo que sucedió el 1 de junio de 2009 cuando el vuelo AF447 se estrelló en el Atlántico poco después de su despegue de Río de Janeiro cuando se dirigía a París.

Según "Le Figaro", el BEA tiene previsto comunicar elementos sobre la responsabilidad de Air France en las próximas horas, aunque el próximo informe provisional no está previsto que se publique hasta el verano.

El último informe, publicado en diciembre de 2009, mucho antes de que se descubrieran los restos del avión y las cajas negras, apuntaba a un fallo en las sondas de medición de velocidad, bloqueadas por el hielo, como causa del accidente.

Pero el BEA advirtió de que esas conclusiones no eran definitivas y pidió prudencia.