Cuándo a Naëlle Dupré, de cinco años de edad, le diagnosticaron cáncer de riñón en diciembre de 2014, fue un duro golpe para sus padres. Desde entonces, Jonathan y Marine Dupré la han acompañado a todos las revisiones médicas y tratamientos por lo que esta pareja de Neugchâtel-en-Bray (al noroeste de Francia) ya había agotado todos sus periodos vacacionales.
Sin embargo, para sorpresa de los padres de Naëlle, esta familia francesa recibió estos días una buena noticia: los compañeros de la fábrica de cristales donde trabaja Jonathan han decidido cederle casi un año de vacaciones para que pueda cuidar de su hija. "Me enteré por correo y me emocioné mucho. Ahora podré acompañar a mi hija a las pruebas y tratamientos", relató Jonathan Dupré al diario Le Réveil.
Este acto de solidaridad es posible gracias a una ley francesa que permite que los trabajadores donen días de trabajo a compañeros siempre que tengan la aprobación de la dirección de la empresa. En este caso, los colegas de los Dupré consiguiron reunir 350 días para que puedan dedicarlos al 100% a la pequeña Naëlle.