Los islamistas mantienen sus protestas pese a las amenazas de las autoridades

Los islamistas acampados en la plaza cairota de Rabea al Adauiya prosiguieron hoy con sus medidas de seguridad ante una eventual irrupción de la policía en la zona, una amenaza que no ha desalentado la convocatoria de nuevas protestas.

Pese a las declaraciones del ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, de que desmantelarán la acampada "muy pronto" y los disturbios que en la madrugada del sábado concluyeron con más de setenta muertos, los islamistas no parecen dispuestos a dar su brazo a torcer.

El portavoz de la Coalición Nacional para la Defensa de la Legitimidad, Ahmed Nashar, cuya formación engloba a varios grupos islamistas, entre ellos los Hermanos Musulmanes, aseguró que la situación es tranquila en Rabea al Adauiya y que van a convocar hoy más marchas.

Nashar señaló que anunciarán el lugar y la hora de las protestas en el último momento para evitar ataques de la policía como los de la víspera.

Las versiones sobre lo ocurrido el sábado son contradictorias. El Ministerio del Interior aseguró que los agentes solo lanzaron gases lacrimógenos, mientras que los islamistas acusaron a los policías de atacar a los manifestantes con armas de perdigones y de fuego.

Al menos 72 personas perecieron en estos choques y 292 resultaron heridas, según el Ministerio de Sanidad, aunque Nashar elevó a 130 la cifra de fallecidos debido a que hay unas sesenta personas en estado de muerte clínica.

''Los funerales de algunas de las víctimas fueron celebrados ayer en Rabea al Adauiya en compañía de sus familias'', explicó Nashar.

Por su parte, la manifestante Mona Taha dijo desde la acampada que han aumentado las medidas de control para acceder a la plaza, lo que incluye muros y chequeos más exhaustivos para identificar a aquellos que entran en la zona.

Los manifestantes han levantado, por ejemplo, barreras de dos metros de altura por uno de ancho con adoquines arrancados de las aceras a lo largo de la avenida Naser, que conduce a Rabea al Adauiya.

La plaza está rodeada por agentes, apoyados por vehículos blindados y excavadoras, esperando la eventual orden de desmantelar la acampada islamista.

"Estamos trabajando para acabar con las protestas. Nos estamos coordinando para elegir el momento y la manera adecuada de hacerlo. No voy a decir que será mañana, pero ocurrirá muy pronto", dijo ayer el ministro del Interior.

Los disturbios se produjeron tras la jornada de protestas del viernes, cuando tomaron las calles decenas de miles de personas a favor y en contra del golpe militar que depuso a Mohamed Mursi el pasado 3 de julio.

Fuera de El Cairo, un joven miembro de los Hermanos Musulmanes murió ayer en enfrentamientos entre seguidores de Mursi y habitantes de la ciudad de Kafr el Zayat, en la provincia de Garbiya, después del entierro de una víctima de los choques de la capital, informó hoy la agencia oficial Mena.

Al menos quince personas resultaron heridas además hoy por disparos de algunos seguidores de Mursi durante otras exequias en la ciudad de Port Said, al noreste de El Cairo.

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