Los países latinoamericanos condenan el ''golpe de Estado'' en Paraguay

Diferentes países latinoamericanos han asegurado que no reconocerán a Federico Franco como jefe de estado de Paraguay, después de la reciente destitución de Fernando Lugo.


El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, condenó hoy el "golpe de Estado" parlamentario en Paraguay contra Fernando Lugo y anunció que su país no reconocerá autoridad alguna que no emane de la voluntad popular del pueblo paraguayo.

Durante un discurso en Managua, el mandatario nicaragüense consideró que Lugo fue destituido por el Congreso de Paraguay "de manera ilegal", por lo que no reconocerá a ninguna "autoridad golpista". "No podemos reconocer, Nicaragua no puede reconocer" a ninguna autoridad en Paraguay, sostuvo.

El líder sandinista dijo que este viernes se comunicó vía telefónica con Lugo, a quien le expresó su solidaridad.

Ortega señaló que ese "golpe de Estado responde claramente a una conspiración que trata de debilitar el proceso de lucha de los pueblos latinoamericanos y caribeños".


El gobierno brasileño condenó hoy la destitución del presidente paraguayo, Fernando Lugo; convoco para consultas a su embajador en Asunción, y anunció que evalúa junto con sus socios del Mercosur y de la Unasur las medidas para hacer frente a la "ruptura del orden democrático" en el país vecino.

"Brasil considera que el procedimiento adoptado (por el Congreso paraguayo) compromete el pilar fundamental de la democracia, condición esencial para la integración regional", agrega la nota.



El Gobierno de Argentina anunció hoy la retirada de su embajador en Asunción tras la destitución de Fernando Lugo como presidente del Paraguay, un acto que el Gobierno de Cristina Fernández considera como una ruptura del orden constitucional.

La Cancillería argentina informó en un comunicado que el Gobierno de Fernández "ha dispuesto el inmediato retiro de su embajador en Asunción, quedando la representación diplomática a cargo de un encargado de negocios, hasta tanto se restablezca el orden democrático" en Paraguay.



El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, consideró ayer que en Paraguay ocurrió un "golpe de Estado disfrazado" y dijo que la destitución de Fernando Lugo como presidente es "una vergüenza para América Latina.

"Nosotros consideramos que esto es un golpe de Estado disfrazado, es una vergüenza para América Latina que luego de un proceso de consolidación de la democracia en los Gobiernos nuestros, se termine un período presidencial de esta manera", dijo según recoge un comunicado de Cancillería.

Señaló que se realizará "una inmediata convocatoria -posiblemente para este miércoles- a una Cumbre de Jefes de Estado de la UNASUR, porque, además, actualmente Paraguay ostenta la presidencia Pro-Témpore del Organismo".



El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, anunció hoy que el mandatario de Perú, Ollanta Humala, ha invitado a los otros jefes de Estado de la Unasur a reunirse la próxima semana en Lima.

Al comentar su reciente visita a Asunción, mencionó que los once cancilleres presentes conversaron con las diferentes fuerzas políticas de ese país, para manifestarles la preocupación de UNASUR "por no haber permitido el debido proceso y no dar cabida al derecho a la defensa".


El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, reiteró hoy que no definirá su postura sobre la crisis desatada en Paraguay tras la destitución por el Senado del expresidente Fernando Lugo hasta que estudie "bien" lo sucedido con los demás países miembros de la Unasur.

"Vamos a analizar bien para ver qué posición tomamos en definitiva, y esperamos poder hacerlo en conjunto con el resto de los países", anunció en un acto público en Bogotá, al recordar que varios países de la Unasur ya han decidido no respaldar el nuevo Gobierno del hasta ayer vicepresidente, Federico Franco.