Los rebeldes chechenos se han atribuido la autoría del atentado contra la central hidroeléctrica Sayano-Shúshenskaya, donde se produjo una fuerte explosión, que en un principio se pensó que era un accidente, en la que al menos 47 personas han muerto y otras 28 permanecen desaparecidas.
Un grupo rebelde ha publicado una carta en el sitio www.kavkazcenter.com, en la que confirman que son los autores del ataque a la presa y del atentado con bomba que ha matado a 20 personas en la república de Ingushetia.
La carta, firmada por el 'Batallón de los Mártires', afirma que el líder de los rebeldes, Doku Umarov, ha ordenado una campaña de guerra económica contra Rusia, y ha enviado a grupos de terroristas a todo el país que podrían tener como objetivos oleoductos, plantas de energía y líneas eléctricas.
Reivindicaciones ''idiotas''
Sin embargo, fuentes de la investigación del siniestro afirman que no se han encontrado restos de explosivos en la zona, mientra que el Kremlin ha respondido que no comentará las reivindicaciones ''idiotas'' de los rebeldes chechenos.
El anuncio se produce el mismo día que el el primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha visitado la central, donde ha afirmado que ''El hierro lo repararemos, pero no recuperaremos a la gente''. La central es una de la más potentes del mundo y ha perdido tres de sus diez unidades generadoras.
El jefe de Gobierno, acompañado por el ministro de Emergencia, Serguéi Shoigu, y autoridades locales, ha visitado la destruida sala de máquinas y hablado con los socorristas y los empleados de la planta, según imágenes difundidas por la televisión rusa.
