Los supervivientes y los familiares de las víctimas del doble atentado de Oslo en el que murieron 77 personas el pasado 22 de julio visitarán este sábado los escenarios de la masacre en la jornada central de tres días de conmemoración de la tragedia.
Si el viernes visitaron la isla de Utøya familiares de medio centenar de las 69 personas asesinadas por el fundamentalista católico y ultraderechista Anders Behring Breivik, este sábado lo harán los supervivientes de la matanza, jóvenes en su mayoría de entre 14 y 19 años que asistían al campamento de las Juventudes Laboristas (AUF, por sus siglas en noruego).
La visita, sufragada también por las autoridades, será similar a la del viernes: los supervivientes podrán quedarse el tiempo que quieran, recorrer la isla y depositar flores o velas, ya que no hay ningún programa establecido.
La isla, que estaba precintada por la policía desde el día del atentado, quedó abierta el viernes sólo para la visita de los familiares y este sábado lo estará únicamente para la de los supervivientes.
Los supervivientes y los familiares de las víctimas del otro atentado, en el que murieron ocho personas al estallar una bomba en el complejo gubernamental de Høyblokka, podrán visitar también este sábado esa zona, en el centro de Oslo.
La jornada se cerrará con una reunión, organizada por el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales, en un céntrico hotel de la capital entre los familiares de las víctimas y los supervivientes de Utøya.
El primer ministro, el laborista Jens Stoltenberg, celebrará el domingo un almuerzo con familiares de las víctimas, horas antes de acudir a un memorial en el Oslo Spektrum con actuaciones musicales y lectura de textos, al que acudirá la Noruega oficial y representantes de todos los países nórdicos.
