Merkel pide ''medir bien las palabras'' al hablar de Grecia y del euro

La canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido a sus socios de gobierno y europeos que midan sus palabras a la hora de abordar la crisis de la zona del euro, especialmente en lo que se refiere a Grecia, ante las consecuencias que puedan tener las declaraciones.

"Todos deberían medir bien las palabras", dijo hoy Merkel en una entrevista con las cadenas públicas de la televisión alemana ARD y ZDF. La canciller salió así al paso de las voces que reclaman la salida de Grecia del euro.

Tras subrayar que "Europa se encuentra actualmente en una fase decisiva para combatir la crisis del euro", Merkel señaló: "Somos responsables unos de otros en Europa. Europa no es solo una Unión Monetaria, sino una comunidad política que durante muchas décadas ha traído paz".

Preguntada por su opinión personal tras el encuentro con Samarás, Merkel dijo tener "la impresión de que se esfuerza", aunque añadió: "Le dije que queda todavía mucho por hacer".

Merkel comento ante las cámaras de ARD y ZDF que la crisis del euro debe ser afrontada no solo con la actuación del BCE y la aplicación de los fondos de rescate, sino con la "corrección de los errores del pasado" cuando se fundó la Unión Monetaria.

Ese será "tema de los próximos meses", dijo la canciller, quien exigió de sus socios europeos no conformarse con la unión fiscal y avanzar mas en la integración asumiendo mas compromisos y ofreciendo mas coherencia para alcanzar una mayor unión continental.

"El euro solo será una moneda estable si recupera su credibilidad", afirmó la jefa del gobierno germano, quien negó además "tener indicios" de que el FMI pudiera suspender su ayuda para apoyar los esfuerzos de rescate en los países en crisis de la zona del euro.

La canciller alabó además al presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, por su postura crítica y sus advertencias a los políticos sobre los límites de actuación del Banco Central Europeo.

Weidmann, en declaraciones que publica hoy el semanario Der Spiegel, advierte al BCE contra el inicio de un nuevo programa de compra de deuda pública y afirma que ese tipo de financiación puede "crear adicción como una droga".

Las discusiones sobre la aplicación de instrumentos de crisis en el BCE no son inusuales, al igual que sucede en las cumbres de la UE, afirmó la canciller, quien expresó su respaldo personal a Weidmann para que "tenga la mayor influencia posible en el Banco Central Europeo".

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