Sufrir un infarto mientras se practica sexo durante un viaje de negocios ya es considerado accidente laboral. Al menos en Francia, donde un tribunal ha dado esa categoría a la muerte de un trabajador de la empresa TSO que en febrero de 2013 se había desplazado por motivos de trabajo y mantuvo relaciones sexuales con una mujer que conoció ese mismo día.
El hombre, que estaba casado, fue hallado muerto en la habitación de un hotel de Meung-sur-Loire tras este encuentro extramatrimonial, lo que originó toda la polémica.
La empresa se negaba a pagar una indemnización a los familiares de la víctima, por lo que el asunto llegó a manos de la justicia. Según adelantó el diario Daily Mail, el citado tribunal francés falló en favor de la mujer y los hijos al considerar que, "independientemente de lo que hiciera el empleado dentro y fuera del horario laboral", estaba dentro de la responsabilidad de la compañía.
Ahora, la empresa deberá abonar a la familia un 80% del salario del trabajador hasta llegar a la edad en la que éste se jubilaría.