Netanyahu gana las elecciones israelíes con margen de diferencia

El partido nacionalista Likud obtiene 29 escaños frente a los 24 de la coalición de centro izquierda Campo Sionista. La intención del primer ministro es formar gobierno con las formaciones de derechas en un plazo máximo de tres semanas
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, este martes tras conocerse los resultados
photo_camera El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, este martes tras conocerse los resultados

El partido nacionalista Likud, que preside el primer ministro Benjamín Netanyahu, ganó las elecciones celebradas este martes en Israel, por un claro margen de diferencia sobre la coalición de centro izquierda Campo Sionista, que encabeza el laborista Isaac Herzog.

Según los resultados oficiales difundidos esta madrugada por la Comisión Electoral, al terminar el escrutinio de casi el 100% de los votos emitidos, el Likud obtiene 29 escaños, y el Campo Sionista 24, resultado que revalidará a Netanyahu al frente del gobierno israelí por tercera vez consecutiva y cuarta en su carrera política.

La segunda formación ultraortodoxa sefardí Yahad, escindida del Shas el año pasado bajo el mando del ex ministro Eli Yishai, se ha quedado a las puertas de la barrera del 3,25% de los votos que da acceso al Parlamento, lo que supone un duro golpe para esta comunidad que pierde con ello cinco escaños con respecto a la anterior legislatura.

Dada la gran fragmentación del Parlamento o Knéset, que consta de 120 escaños, para formar gobierno se requiere el apoyo de al menos 61 diputados.

La intención de Netanyahu es  formar gobierno en el plazo máximo de dos o tres semanas. Así lo afirmó en la mañana de este miércoles un comunicado del Likud en el que este partido precisa que el primer ministro "ya ha hablado con todos los partidos con representación parlamentaria que ve como socios para su nuevo gobierno", su tercero consecutivo y el cuarto de su carrera.

Según la nota, se trata de los dirigentes de la formación Hogar Judío, Naftalí Bennet; el de Kulanu, Moshé Kahlón; de Israel Beitenu, Avigdor Lieberman; del Shas, Arie Deri; y los del Judaísmo Unido de la Torá, Moshé Gafni y Yaacov Litzman.

Con ellos, el primer ministro israelí podría alcanzar una mayoría parlamentaria de 67 de los 120 escaños del Parlamento, y con una coalición exclusivamente de derechas y de ultraortodoxos, es decir, de las más homogéneas que ha tenido el país en las últimas dos décadas.

Kahlón, que con sus diez escaños se ha convertido en pieza clave de las negociaciones, se negó  nuevamente a revelar sus cartas y si recomendará a Netanyahu ante el jefe del Estado, Reuvén Rivlin, encargado de entregar el mandato para la formación de gobierno.

"Estamos muy, muy satisfechos", declaró Kahlón a una televisión local, ante la que aseguró que defenderá sus ideales sociales.

El partido "Kulanu ha enarbolado la bandera social y en las negociaciones exigiremos soluciones al problema de la vivienda y a la carestía de la vida", precisó.

Escindido del Likud hace dos años por divergencias con el primer ministro, Kahlón insistió en que su formación "seguirá su camino en defensa de la clase media y baja".

"Netanyahu me llamó y me dijo que era serio en sus intenciones de (lanzar) una política social", concluyó.

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