Nueva York vive por primera vez dividida el aniversario del 11-S

Este 11 de septiembre, el día en que el mundo recuerda los atentados en Nueva York, Washington y Pennsylvania que mataron a unas 3.000 personas hace ya nueve años, Estados Unidos ha puesto la mirada en Terry Jones, el pastor de la pequeña iglesia pentecostal en Gainesville, Florida, que tienen en vilo al mundo con su amenaza de quemar textos del Corán. Por boca de su presidente, Barack Obama, la primera potencia mundial ha querido dejar claro que "no se encuentra en guerra con el Islam, sino contra Al Qaeda, una triste banda de hombres que pervierten la religión".

"Puede que quieran dividirnos, pero no nos rendiremos a sus odios y prejuicios", afirmó Obama desde el Pentágono, sede del Departamento de Defensa, uno de los edificios atacados tal día como hoy en el 2001. El mandatario estadounidense instó al país a aferrarse con fuerza a los valores y virtudes que definen a la nación, ya que el 11 de septiembre de 2001 no fue la religión la que atacó al país, sino Al Qaeda.

"Igual que condenamos la intolerancia y el extremismo en el extranjero, debemos aquí ser fieles a nuestras tradiciones como nación diversa y tolerante", dijo Obama. "Somos los defensores de los derechos de cada estadounidense, incluido el derecho a la fe que se escoja, como lo hacían los trabajadores y civiles de diferentes creencias que se encontraban a apenas unos pasos de este punto cuando los terroristas atacaron este edificio", agregó.

El vuelo 77 de American Airlines se estrelló contra el Pentágono y mató a 189 personas, incluidos cinco secuestradores. Exactamente nueve años después de ese ataque, a las 9.37 horas, hubo un solemne minuto de silencio. Nueva York ha sido el centro de la ceremonia principal, donde, tras ese minuto de silencio, familiares de víctimas que perdieron la vida en el ataque contra las Torres Gemelas recordaron los nombres de sus muertos.

El aniversario se ha llevado a cabo en medio de dos encendidas polémicas. La primera tiene que ver con el plan --ahora suspendido-- del pastor que juega con fuego, Terry Jones, quien amenazó con quemar ejemplares del Corán y la segunda se trata de una pelea por la ubicación de un centro islámico y una mezquita cerca de la Zona Cero, es decir, del sitio exacto de los ataques en Nueva York.

A este respecto, algunos familiares de los fallecidos dicen que la construcción de un recordatorio del Islam tan cerca de lo que consideran es la tumba de sus seres queridos es una falta de respeto por lo que anunciaron protestas. Por su parte, Jones ha cancelado la quema de coranes, al dar por conseguido su objetivo de crear conciencia en torno a lo que ha calificado de "elemento peligroso del Islam".