Obama busca un hueco en el Consejo de Derechos Humanos

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha puesto un pie en Europa por primera vez como mandatario. Aterrizó en Londres, donde participará en la cumbre del G-20 y en la cumbre de la OTAN.

Poco después, en Ginebra, la embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, anunció que el país más rico del mundo pasaría a incorporarse al Consejo de Derechos Humanos, tras permanecer alejado de la máxima instancia intenacional en la protección de estos derechos desde su creación, en mayo de 2006.

180º sobre la Administración Bush
El hecho de que EE.UU se presente como candidato a la selección de los nuevos miembros del Consejo, en unas elecciones que se celebrarán el próximo 17 de mayo, supone un giro radical con respecto a la política de George W. Bush.

El ex presidente norteamericano rechazó participar en el órgano, votando incluso contra su constitución por considerarlo dominado por países violadores de los derechos humanos. Además, Bush consideró que los repetidos ataques del ente contra Israel por la ocupación del territorio palestino le había restado credibilidad.

"Nuestra opinión es que, si ganamos la elección, podremos trabajar desde dentro en lugar de quedarnos al margen, y que esa es una mejor manera de hacer avanzar la agenda de los derechos humanos y lograr la reforma de este órgano", dijo Rice, tras calificar de "alarmante" la trayectoria del Consejo.

"Creemos que las víctimas de violaciones de los derechos humanos necesitan un Consejo que sea equilibrado, creíble y efectivo, y nos comprometemos a llevar a cabo la reforma que se necesita", ha añadido.

Guantánamo: los derechos humanos entre rejas
El Consejo de Derechos Humanos, que reemplazó en el 2006 a la antigua y politizada Comisión de Derechos Humanos, está integrado por 47 miembros elegidos por mayoría en la Asamblea General. Su misión es vigilar el cumplimiento de los derechos humanos en el mundo.

En esta línea, este organismo "desempeña un papel crítico en la protección y promoción de los derechos humanos de todo el mundo, un fin para el que Estados Unidos tiene una contribución importante que aportar", añadió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien consideró la decisión de Obama "un paso importante".

Nada más entrar a la Casa Blanca, en su segundo día como presidente, Obama decretó el cierre de la prisión ilegal de Guantánamo, símbolo de la actuación de Estados Unidos al margen de las convenciones sobre derechos humanos.

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