El Papa evita el término rohingya pero insta en Birmania a respetar a cada grupo étnico

"La paz de construye en el coro de las diferencias", dice el Pontífice en un discurso ante líderes religiosos de Birmania 

 

El Papa Francisco en su viaje a Birmania. EFE
photo_camera El Papa Francisco en su viaje a Birmania. EFE

El Papa ha pedido en Birmania un "orden democrático" que no excluya a nadie y ha destacado que el futuro del país pasa "por el respeto de cada grupo étnico y su identidad", pero sin referirse directamente el término rohingyá. "El futuro de Myanmar (Birmania) debe ser la paz, una paz basada en el respeto de la dignidad y de los derechos de cada miembro de la sociedad, en el respeto por cada grupo étnico y su identidad, en el respeto por el estado de derecho y un orden democrático que permita a cada individuo y a cada grupo —sin excluir a nadie— ofrecer su contribución legítima al bien común", ha destacado Francisco. 

El Pontífice, que tuvo este lunes un encuentro en Rangún con el jefe del Ejército birmano, el general Min Aung Hlaing, considerado como el verdadero instigador de las represiones contra la minoría musulmana rohingya, se ha trasladado este martes en avión a Naipyidó para reunirse con las autoridades en el palacio presidencial. 

Las diferencias religiosas no deben ser una fuente de división y desconfianza, sino más bien un impulso para la unidad



En presencia el presidente birmano, Htin Kyaw, y con la premio Nobel de la paz Aung San Suu Kyi, que ejerce de ministra de Asuntos Exteriores y consejera de Estado, ha destacado que "las diferencias religiosas no deben ser una fuente de división y desconfianza, sino más bien un impulso para la unidad, el perdón, la tolerancia y una sabia construcción de la nación". 

Si bien en su discurso no ha pronunciado la palabra rohingyá, siguiendo el consejo del cardenal birmano de Yangon, Charles Maung Bo, quien le había advertido de las consecuencias diplomáticas que podrían desencadenarse haciéndolo, Francisco ha instado a las diversas tradiciones religiosas de este país a "trabajar juntos en favor de la paz, para ayudar a los pobres y educar en los auténticos valores humanos y religiosos". 

Se trata de un momento delicado, cuando se está produciendo la salida de la minoría musulmana rohingyá hacia el país vecino por la persecución del Ejército de Birmania. Desde el pasado 25 de agosto, cuando comenzó la última ola de violencia, más de 600.000 rohingyas han huido del estado birmano de Rajine a Bangladesh, de los que solo a 32.000 tienen estatuto de refugiados. 

El Papa ha reivindicado una vez más la "cultura del encuentro y la solidaridad" y ha destacado el papel de las religiones como un instrumento "importante en la cicatrización de heridas emocionales, espirituales y psicológicas de todos los que han sufrido en estos años de conflicto". "Inspirándose en esos valores profundamente arraigados, pueden contribuir también a erradicar las causas del conflicto, a construir puentes de diálogo, a buscar la justicia y ser una voz profética en favor de los que sufren", ha añadido.

Comentarios