Perú deroga las leyes de la selva rechazadas por los indígenas

El Congreso de Perú derogó este jueves dos leyes rechazadas por las comunidades indígenas del Amazonas por considerarlas lesivas a sus derechos y que fueron motivo de una violenta protesta que dejó un saldo de 34 fallecidos.

Las leyes 1090 y 1064, aprobadas en 2008 para regular el uso y explotación de los recursos naturales de la selva, fueron anuladas con 82 votos a favor, 12 en contra y cero abstenciones, al cabo de un debate parlamentario de más de dos horas.

Según los indígenas, dichos decretos contravenían su derecho a la consulta contemplado en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Recursos forestales
Específicamente, la ley 1090 buscaba regular y supervisar el manejo y aprovechamiento sostenible de los recursos forestales, incluyendo concesiones de ecoturismo y de conservación, a través de una autoridad dependiente del Ministerio de Agricultura.

Su aprobación respondió a las modificaciones realizadas a la legislación peruana para adecuarla a los pedidos de sectores ecologistas de Estados Unidos previos a la ratificación del Tratado de Libre Comercio con Perú.

Por su parte, la norma 1064 establecía que las tierras de uso agrario quedan sujetas a la servidumbre del paso de oleoductos, gasoductos e instalaciones para la exploración y explotación minera y petrolera.

Reconciliación
La decisión del Congreso llevó a la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) a pedir a sus bases el levantamiento de las protestas en el interior del país, una medida que será acatada desde el mediodía de este viernes, según señalaron sus representantes.

''Nosotros como Aidesep tenemos principios, tenemos un plan de vida que se viene trabajando juntamente con las autoridades regionales. La voz de los pueblos indígenas a nivel de la amazonía peruana debe ser escuchada y respetada por los gobiernos de turno'', resaltó la dirigente Daysi Zapata.

Zapata reemplaza al líder Alberto Pizango, quien está asilado en Nicaragua tras ser responsabilizado por el Gobierno peruano de los actos de violencia del pasado 5 de junio en la ciudad selvática de Bagua.

El presidente peruano, Alan García, invocó este miércoles a la reconciliación, en mensaje televisado, tras afirmar que ''es mejor una rectificación valerosa que una obstinación''.

Sucesión de errores
En tal sentido, el jefe de Estado defendió que el Gobierno quería ''poner orden, una exigencia también de los sectores progresistas y ecologistas de Estados Unidos para la firma del Tratado de Libre Comercio''.

El gobernante admitió que nunca se consultó a los dirigentes de las comunidades indígenas sobre estos decretos, lo que consideró como el inicio de la ''sucesión de errores y exageraciones'' que han vivido todos y de la que sale perdiendo el país.

Este jueves el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon, declaró que ''hoy día la noticia es la unidad y la reivindicación del Estado peruano con los nativos''.

''Primero es el Perú, la paz y la tranquilidad; yo quisiera que se le pregunte a los ciudadanos si no están contentos con la tranquilidad y la pacificación, aunque pueda significar para algunos una derrota del Estado'', manifestó.

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