Polonia amarga el estreno de 'Euro-Sarko'

Sarkozy comienza su presidencia semestral de la UE
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Nicolas Sarkozy esperaba ser el presidente que consolidase el Tratado de Lisboa, después de ser su principal impulsor. El 'no' irlandés frustró su deseo, así que ahora deberá trabajar a fondo para no dejar a la UE más perdida de lo que está ahora al final de su mandato semestral.

De momento, su presidencia comienza con un susto llegado de Varsovia, ya que el jefe de Estado polaco, Lech Kaczynski -el gemelo que todavía no perdió las elecciones...- afirmó que no firmará el decreto necesario para la ratificación definitiva del Tratado, aprobado en el Parlamento el pasado 1 de abril.

Kaczynski, que en su día fue uno de los dirigentes más correosos en la negociación del Tratado de Lisboa, dice que el panorama ha cambiado desde abril. "En este momento, el Tratado no tiene sentido. Es difícil decir cómo terminará todo", afirmó el gobernante polaco.

'Eurosarko'
No sabemos si la decisión de Varsovia habrá amargado el primer desayuno de Sarkozy, versión presidente europeo. En todo caso, pone en segundo plano su alocución del pasado lunes, cuando en la cadena de televisión 'France 3' expuso sus prioridades.

Sarkozy tiene su propio diagnóstico para el euroescepticismo que parece invadir a la ciudadanía. Cree que los ciudadanos se siente ''inquietos en lugar de protegidos'' en temas como la inmigración, la seguridad o la fiscalidad por lo que es necesario crear ''un shock saludable''.

Una bandera que, por cierto, ya agitó durante su campaña presidencial en Francia, y que un año después, no parece haber dado demasiados resultados concretos si consideramos las encuestas.

''Tengo un corazón, como todo el mundo''

Se mostró partidario de la "inmigración escogida"  y la adopción del pacto europeo de inmigración que promueve Francia. Para ello se ampara en la aprobación de la directiva de retorno por el Parlamento Europeo para defender la expulsión de inmigrantes sin papeles. Eso sí, reivindicó que tiene "un corazón, como todo el mundo".

Para Sarkozy, ''es necesario cambiar profundamente nuestra forma de edificar Europa'' y señaló que los principales objetivos de su presidencia serán además de la inmigración, el medio ambiente y la energía, la agricultura, la seguridad y la fiscalidad.

Sarkozy propondrá una rebaja del IVA al 5,5% ''para todo producto ecológico'' pero renuncia de plano "sacrificar la industria europea'' de cara al acuerdo internacional sobre cambio climático que se intentará conseguir en 2009.

Volvió a defender su propuesta, recibida de momento con frialdad, para ''modular'' el IVA de los combustibles como respuesta a la escalada de los precios del crudo.

Críticas al BCE
Por otra parte, volvió a evidenciar su fría relación con Trichet. Aunque afirma que la independencia del Banco Central Europeo (BCE) debe "ser preservada", criticó al organismo por anteponer la lucha contra la inflación al crecimiento económico. Todo ello, en vísperas de una más que probable subida de los tipos de interés en la Zona Euro.

Sarkozy cargó asimismo contra el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que "quisieron hacernos aceptar un acuerdo par reducir la producción agrícola en un 20% en un momento de crisis alimentaria global".

"No dejaré" que eso suceda, prometió el presidente, que dijo rechazar el proteccionismo pero está "harto de la ingenuidad".