Portugal celebra el 25 de abril entre alertas por la amenaza de la ultraderecha

Una protesta de Chega crispa la sesión en el Parlamento luso por la presencia de Lula
Lula saluda a Marcelo Rebelo de Sousa este martes en el Parlamento portugués. TIAGO PETINGA (Efe)
photo_camera Lula saluda a Marcelo Rebelo de Sousa este martes en el Parlamento portugués. TIAGO PETINGA (Efe)

Las voces en defensa de la democracia y contra la amenaza de la ultraderecha se multiplicaron este martes en el Parlamento portugués durante la conmemoración del aniversario de la Revolución de los Claveles, después de que Chega empañara un acto con el líder brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.

La presencia de Lula en el Parlamento, en la última actividad de su agenda en Portugal, dividió a los partidos y terminó con la protesta de Chega, que convocó una manifestación en su contra e intentó, sin éxito, interrumpir su discurso en la Asamblea pese a que el líder brasileño participó en una ceremonia previa a las conmemoraciones del 25 de abril.

Los diputados de Chega golpearon las bancadas y exhibieron carteles contra la corrupción y en los que se leía "el lugar del ladrón es la prisión" cuando Lula se disponía a intervenir frente a la Asamblea. "Basta de avergonzar a Portugal", reclamó el presidente el Parlamento, el socialista Augusto Santos Silva, en un incidente inédito en el Parlamento luso.

Una vez concluida la visita del líder brasileño, la tensión provocada por los diputados de ultraderecha marcó la sesión posterior organizada por el 49 aniversario de la Revolución de los Claveles, la gran fiesta de la libertad que celebra el fin de la dictadura en Portugal.

 

El presidente luso, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, reivindicó la presencia de Lula en el Parlamento: "Tiene todo el sentido el encuentro de hoy", zanjó.

El titular de la Asamblea insistió en reclamar respeto por las instituciones: "Debemos preferir la respiración pausada propia de una democracia madura a la respiración jadeante de las excitaciones populistas", advirtió.

Desde las filas socialistas, su portavoz, João Torres, denunció los "ataques a la democracia" lanzados por la extrema derecha y alertó contra la "influencia que el populismo ejerce en la derecha democrática", a la que acusó de "no tener límites" para llegar al poder "cueste lo que cueste".

Una provocación que Luis Montenegro, líder del conservador Partido Social Demócrata (PSD), se apresuró a responder asegurando, en declaraciones a los medios, que no pactará con "políticos inmaduros o irresponsables", en clara alusión a Chega, aunque comparte con la extrema derecha su rechazo a la visita de Lula al Parlamento.

También Iniciativa Liberal considera que el líder brasileño "no debería haber sido recibido" en un día como este.

Entre la izquierda, por el contrario, satisfacción por la visita de Lula y reclamaciones al gobernante Partido Socialista para que atienda las demandas de los portugueses, mejoras salariales, vivienda y empleo, entre ellas.

"El mayor peligro de las celebraciones de abril es que se transformen en ceremonias fúnebres, con claveles olvidados en el pecho y frases hechas", alertó Caterina Martins, del Bloco de Esquerda.

El Partido Comunista, mientras, llamaba la atención sobre las "amenazas" contra la democracia, mientras Livre advertía contra "los autoritarios y quienes les quieren dar la mano".

Miles de portugueses celebran el 25 de abril con críticas a Costa y a la ultraderecha

 

Las conmemoraciones por el 25 de Abril se desarrollaron este martes en las calles de las ciudades de todo el país, donde decenas de miles de personas recordarán a los "capitães" que en 1974 acabaron con la dictadura más larga de Europa, desgastada por el fracaso de las guerras coloniales y el hartazgo de los portugueses.

En Lisboa, decenas de miles de personas recorrieron la Avenida de la Libertad, una de las arterias de la capital lusa, para celebrar el aniversario y para defender una democracia "frágil" ante la gestión del Gobierno socialista y el avance de la ultraderecha.

Claveles en mano, en el pelo o en la ropa, los manifestantes, liderados por dos tanques cedidos por el Ejército luso, entonaban cánticos como "Somos muchos, muchos miles para continuar Abril" y "25 abril siempre, fascismo nunca más".

Pero también se escuchaban otros lemas en defensa de la bajada de los alquileres y el aumento de los salarios dirigidos al Ejecutivo socialista, que gobierna en Portugal con mayoría absoluta desde hace un año, y críticas a la presencia del partido ultraderechista Chega en el Parlamento luso, donde es la tercera fuerza más votada.