Portugal estrena el año a medio gas en plena ola ómicron

El país luso atraviesa una fase de "contención" con teletrabajo, restricciones en el ocio y menos turismo del habitual
Cola para hacerse un test de antígenos en Lisboa. BRIAN BUJALANCE (EFE)
photo_camera Cola para hacerse un test de antígenos en Lisboa. BRIAN BUJALANCE (EFE)

Teletrabajo, colegios cerrados, restricciones en hoteles, restaurantes y espectáculos y menos turismo del habitual para estas fechas. Portugal estrena el año a medio gas castigado por la variante ómicron, que deja cifras de contagios sin precedentes en el país.

La pandemia arrojó en las últimas horas 10.554 nuevos contagios y 10 muertos, una de las cifras más bajas de las últimas semanas, aunque tradicionalmente los datos de los lunes tumban la estadística porque se testa menos durante los fines de semana.

Portugal atraviesa una fase de "contención" decretada por el Gobierno del socialista António Costa, que comenzó el pasado día 25 y estará vigente hasta el próximo 9 de enero para enfrentar la covid.

En el primer día laborable del 2022, grandes ciudades como Lisboa y Oporto amanecieron con menor actividad y largas filas de ciudadanos en las calles a la espera de someterse a un test gratuito en alguno de los centros habilitados por las autoridades sanitarias.

Pese a que el teletrabajo se impone en los sectores donde es posible, la mayoría de tiendas y restaurantes abrieron este lunes sus puertas con normalidad, aunque con menos clientela de la habitual.

Colegios y guarderías seguirán cerrados hasta el día 10, después de que el Gobierno decidiera aplazar una semana el inicio del curso tras las vacaciones navideñas.

Además, las restricciones en restauración y ocio nocturno y las recomendaciones para reducir los contactos y las actividades sociales marcan la primera semana de 2022 en un país que despidió 2021 con cifras de contagios inéditas: 23.290 nuevos casos y 21 muertos.

Políticos y expertos se reunirán de nuevo el miércoles para analizar la evolución de la pandemia.

ANTíGENOS GRATIS Y AUTOTEST A 2 EUROS. Tras los festivos de fin de año, los portugueses acudieron este lunes masivamente a someterse a pruebas de antígenos de forma gratuita en farmacias, puntos móviles instalados en calles y plazas y en laboratorios y centros sanitarios.

La venta de autotest -en supermercados y farmacias por precios que oscilan entre los 2 y los 4 euros- se ha disparado también.

El grueso de los usuarios busca descartar un positivo tras las reuniones navideñas y muchos necesitan los test para viajar o reincorporarse a sus actividades laborales.
La campaña de test masivos impulsada por las autoridades confirma que ómicron domina en cerca del 83% de los nuevos casos.

Portugal, según estimaciones oficiales, ha realizado más de 26 millones de test. Solo el 30 de diciembre, víspera de final de año, se contabilizaron 400.000.

"Tenemos capacidad de testar, tenemos test y muchas instituciones para hacer los test, queremos que las personas se hagan los test porque es muy importante para controlar la crisis sanitaria", afirmó el secretario de Estado adjunto de Salud, António Lacerda.

APUESTA POR LA VACUNA. Paralelamente, el Gobierno impulsa la vacunación entre los niños y el refuerzo con la tercera dosis entre los adultos.

Aunque Portugal ha sido uno de los países donde más avanzó la campaña de vacunación inicialmente, el ritmo ha bajado en las últimas semanas.

El 60% de los pacientes ingresados por covid en hospitales del país no había sido vacunado. La cifra asciende hasta el 90% en los casos de contagiados ingresados en cuidados intensivos. Las cifras divulgadas hoy por Lacerda son contundentes.

"Este es el mejor indicador para llamar a la vacunación", insistió el funcionario luso.

EL TURISMO ACUSA EL GOLPE. Los principales destinos turísticos del país, como Lisboa o el Algarve, registran en estos días menos visitantes de los habituales en la campaña navideña.

El avance incontrolado de ómicron, los controles en los aeropuertos lusos y las restricciones impuestas en hoteles, restaurantes y ocio nocturno han golpeado al sector, uno de los motores económicos de Portugal.

El ejemplo más llamativo del zarpazo de la pandemia para el turismo es el caso del crucero de la empresa alemana AIDA atracado en Lisboa y evacuado tras 68 casos positivos.

El crucero, con cerca de 4.000 ocupantes -entre turistas y tripulación-, atracó en el puerto de Lisboa el pasado 29 de diciembre y planeaba pasar final de año en Madeira y llegar hasta las islas Canarias.

Sin embargo, un brote de covid obligó a confinar a los pasajeros hasta que hoy ha comenzado la repatriación de los viajeros que han testado negativo.

Portugal, con 10,3 millones de habitantes, acumula 1.412.936 casos confirmados y 18.976 fallecimientos desde que estalló la pandemia.

Comentarios