La gobernante brasileña, Dilma Rousseff, designó este miércoles a su antecesor y padrino político Luiz Inácio Lula da Silva, salpicado en las últimas semanas por asuntos de corrupción, como nuevo titular del Ministerio de la Presidencia.
Al asumir el cargo que, en la práctica, lo convierte en la mano derecha de Rousseff, Lula obtiene la condición de aforado, por lo que solo podrá ser juzgado por el Tribunal Supremo y no por el juez del caso Petrobras, Sérgio Moro, su enemigo declarado.
El nombramiento aún no ha sido confirmado por el Gobierno, pero sí lo hizo el jefe del grupo del Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara de Diputados, Afonso Florence, en declaraciones a los periodistas.
La decisión, según Florence, fue tomada después de una rueda de consultas que Rousseff tuvo durante los últimos dos días con el expresidente en el Palacio de la Alvorada, residencia oficial de la Presidencia en la que Lula vivió entre 2003 y 2011, período en que ejerció como jefe del Estado de Brasil.
Dilma Rousseff nombra ministro a Lula da Silva para que sea aforado
El expresidente brasileño solo podrá ser juzgado por el Tribunal Supremo, por lo que evita al juez del caso Petrobras, su enemigo declarado
