Sarco, la cápsula impresa en 3D diseñada para facilitar la eutanasia, podría convertirse en 2022 en una alternativa legal para la muerte asistida en Suiza, según precisó Philip Nitschke, creador de la máquina, informa el diario swissinfo.ch
Nitschke explicó que la cápsula es activada desde el interior de ésta por la persona que tiene la intención de morir. La máquina puede remolcarse a cualquier sitio donde se elija morir. La persona entra en la cápsula y se recuesta en ella. Le hará una serie de preguntas y cuando ya las haya respondido, entonces podrá presionar un botón desde el interior de la cápsula que activará el mecanismo.
La cápsula está instalada sobre un equipo que inundará el interior con nitrógeno, reduciendo rápidamente el nivel de oxígeno del 21% al 1% en un proceso que dura 30 segundos. La persona se sentirá un poco desorientada y, posiblemente, un poco eufórica antes de perder el conocimiento. "La muerte se producirá por la privación de oxígeno y dióxido de carbono, pero no hay pánico ni sensación de asfixia", indica el creador.
"El año pasado buscamos asesoramiento legal sobre el uso de Sarco para muerte asistida en Suiza. La evaluación ya fue concluida y confirmó que no habíamos pasado ningún detalle por alto. No existe el menor problema legal", adelantó Nietschke. El creador de Sarco comentó que falta instalar una cámara para que el usuario pueda dar su consentimiento.