Ascienden a 64 el número de fallecidos en el incendio de Portugal

Podría haber más víctimas mortales y crece la lista de heridos ► Las autoridades lusas afirman que el 70 % del incendio está controlado ► La situación es "preocupante" por la falta de visibilidad que dificulta el labor de casi 2.000 efectivos

El número de víctimas mortales del incendio que arrasa desde el sábado el centro de Portugal aumentó este lunes a 64, según el último balance provisional de las autoridades, que informaron de que el 70 % del fuego está dominado.

El número oficial de muertos fue actualizado por un teniente de la Guardia Nacional Republicana (GNR), que no desveló a los periodistas si la cifra de heridos, que se situaba en 62, también ha subido.

El presidente de la Liga de los Bomberos portugueses, Jaime Marta Soares, ya había confirmado una nueva víctima mortal, un bombero de 40 años que estaba hospitalizado en estado muy grave, tras intentar salvar a varios civiles atrapados en un vehículo en llamas.

A esta víctima se unió un hombre que fue encontrado muerto en una de las aldeas afectadas por las llamas, lo que eleva el saldo provisional a 64 fallecidos.

En la misma comunicación a la prensa, el comandante de operaciones de los servicios de Protección Civil portugueses, Elíseo Oliveira, informó de que el 70 % del incendio está controlado, pero el 30 % restante todavía genera preocupación a las autoridades.

"La tarde ha tenido situaciones complejas y nos ha obligado a confinar y desalojar poblaciones", explicó.

El incendio se declaró en la tarde local del sábado en el término municipal de Pedrógão Grande, en el distrito de Leiria, al impactar un rayo en un árbol seco, de acuerdo con la versión que manejan las autoridades.

El fuego, en el que trabajan más de 2.000 –100 de ellos españoles– efectivos apoyados por medios aéreos de España, Francia e Italia, se extendió también a los distritos de Coimbra y Castelo Branco.

Los efectivos terrestres todavía no han conseguido acceder a algunas aldeas cercadas por el fuego y la baja visibilidad ha dificultado el trabajo de los medios aéreos, especialmente en las primeras horas del día, en una zona en la que las temperaturas rondan los 38 grados, con viento de moderado a fuerte.

"Es necesario llegar a todo el territorio para ver si hay más víctimas en las pequeñas aldeas", repartidas por la Sierra de Lousã y la cuenca del río Zezere, dijo a Efe Rui Rocha, alcalde de la localidad de Ansião, una de las afectadas por las llamas.

"Los medios aéreos no tienen condiciones de seguridad para entrar en las zonas, no tienen visibilidad", declaró a periodistas el comandante de operaciones de los servicios de Protección Civil lusos, Elíseo Oliveira.

La situación en términos generales continúa desarrollándose "de forma favorable", dijo Oliveira, aunque es "difícil" avanzar por la diversidad de los numerosos focos activos.

PEDROGAO GRANDE. El incendio, iniciado durante la tarde del sábado, se concentra en el término municipal de Pedrógão Grande, situado en el distrito de Leiria, una zona del centro del país, caracterizada por aldeas pequeñas y dispersas, y enormes llanuras por las que atraviesan varias carreteras nacionales.


Las vías, rodeadas de vegetación, han sido el epicentro de una tragedia "como no se recuerda" en el país, dijo el primer ministro portugués, António Costa.

LA CARRETERA DEL INFIERNO. Ha sido a la luz del sol cuando las autoridades han encontrado el centro de la tragedia en una carretera que une los municipios de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera, donde treinta personas murieron en sus vehículos.

En la carretera que une los municipios de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Pera murieron treinta personas en sus vehículos, familias enteras

Había entre ellas "familias enteras", según ha dicho en una de sus declaraciones a la prensa el secretario de Estado de Administración Interna del Gobierno luso, João Gomes, que describe un "escenario horrible" en el que decenas de personas se vieron atrapadas en una carretera rodeada por las llamas.

Otras 17 personas han perecido en los márgenes de las vías, en tanto que 10 más fallecieron en el "entorno rural" que rodea a estas carreteras. Entre los heridos, cuatro se encuentran en estado grave, y se tiene constancia de la destrucción de varias viviendas cercanas.

"SIN EXPLICACIÓN". En Portugal, donde son frecuentes los incendios durante el verano, el suceso ha tenido un inmenso impacto entre la población, que no entiende cómo las llamas han podido alcanzar semejante envergadura. El propio Gomes reconoció en las primeras horas que el fuego se propagó de una forma "que no tiene explicación", aunque la Policía Judicial (PJ) ha descartado cualquier intencionalidad y ha apuntado al impacto de un rayo contra un árbol como la causa más probable del incendio, según dijeron fuentes de ese cuerpo a Efe.

Los fuertes vientos que soplaron este sábado, unidos a temperaturas superiores a los 40 grados, fueron los causantes de la rápida propagación, algo que se ha repetido en las últimas horas y ha complicado las labores de extinción. 


Permanecen activos cuatro frentes, dos de ellos "de extrema violencia"



Al mismo tiempo, se continúa el trabajo de búsqueda e identificación de posibles víctimas "aldea por aldea", algo complejo por el avance de las llamas y que podría llevar varias horas.

Todos los medios disponibles se han movilizado hacia Leiria, aseguró Costa.

LUTO. El Gobierno portugués ha decretado tres días de luto nacional, a partir de este domingo, ante la que es además la tragedia con más fallecidos en un sólo incendio en casi un cuarto de siglo en el mundo.

El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, hizo el domingo un llamamiento a la unidad de todos los portugueses, a la solidaridad y a "proseguir el combate en curso" contra el devastador incendio. "Concentremos ahora nuestra voluntad en lo esencial, proseguir el combate en curso", dijo el presidente en un mensaje televisado dirigido a la nación.

"Nuestro dolor en este momento no tiene medida, como no tiene medida nuestra solidaridad", añadió, tras transmitir su "ilimitada gratitud" e "incondicional apoyo" a los numerosos bomberos, efectivos de protección civil, policías y autoridades que trabajan para frenar el avance de las llamas y dar respuesta a las necesidades de los afectados.