Trump: "América primero"

Barack Obama deja paso al candidato del partido republicano después de ganar las elecciones el pasado mes de noviembre

El magnate neoyorquino Donald Trump se convirtió este viernes en el presidente número 45 de la historia de Estados Unidos al jurar el cargo en la ceremonia oficial de investidura ante las escalinatas del Capitolio. A las 12.00 en punto hora local (17.00 GMT), Trump proclamó el juramento con el que se compromete a "preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos". "Así que Dios, ayúdame", exclamó Trump al término del juramento.

Trump juró el cargo sobre dos Biblias, una de su propiedad y otra que usó Abraham Lincoln en su primera toma de posesión, empleada también por el ya expresidente Barack Obama en sus dos investiduras (2009 y 2013). El juramento del cargo fue administrado por el juez John Roberts, presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos.

La Biblia que es propiedad del nuevo presidente de EE.UU. fue un regalo de su madre cuando terminó la escuela primaria, en junio de 1955, y lleva el nombre de Trump grabado en la parte inferior de la cubierta.

La otra Biblia, la que utilizó Lincoln en su primera investidura presidencial, hace 156 años, forma parte de la colección de la Biblioteca del Congreso y está encuadernada en terciopelo. Antes de la ceremonia y todavía como presidente electo, Trump afirmó en Twitter que este viernes "comienza el trabajo" y que "el movimiento continúa".

Trump prometió durante su discurso de investidura que comenzará un "gran esfuerzo nacional para reconstruir el país" que "determinará el rumbo de Estados Unidos por muchos, muchos años".

DISCURSO. Trump cerró este viernes su discurso inaugural usando la frase que le encumbró en campaña y aseguró que "juntos, haremos Estados Unidos grande de nuevo". "Nunca vas a ser ignorado de nuevo", proclamó Trump dirigiéndose directamente al pueblo estadounidense. "Vamos a hacer Estados Unidos fuerte de nuevo, lo vamos a hacer rico, orgulloso, seguro y, juntos, lo vamos a hacer grande de nuevo", dijo.

Con esas palabras Trump clausuró un discurso de investidura presidencial que duró unos 16 minutos, uno de los más breves de la historia de las tomas de posesión de los presidentes estadounidenses. Desde las escalinatas del Capitolio, y tras jurar su cargo ante el juez del Tribunal Supremo, John Roberts, Trump puso el acento en devolver el poder a las "mujeres y los hombres olvidados" del país y recurrió a su lema de campaña Make America Great Again (Hacer Estados Unidos grande de nuevo) para poner cierre a su discurso.

En su discurso, Trump insistió en atacar a la clase política, como hizo durante la campaña electoral: "No estamos meramente transfiriendo el poder de una a otra Administración o de un partido a otro, sino que los transferimos desde Washington DC y se lo devolvemos al pueblo". En un tono que no difería mucho de la campaña electoral, aseveró que "el pueblo se convertirá en el dirigente del país" y que los olvidados dejarán de serlo.

"Los hombres y mujeres olvidados de este país no serán olvidados nunca más", añadió el nuevo mandatario de EEUU, frente a los centenares de miles de asistentes en la explanada del National Mall. Trump dijo que mientras Washington celebraba, "las familias luchadoras tenían poco que celebrar", pero eso "cambia aquí y ahora". "Washington ha florecido, pero la gente no ha compartido esa riqueza. Los políticos han prosperado, pero los trabajos se han ido y las fábricas han cerrado. El establishment (élite política) se protegía a sí mismo, pero no a los ciudadanos del país", indicó Trump.

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