Turquía y Siria superan los 33.000 muertos y la Onu ya teme que sean el doble

Varias personas, entre ellas un bebé, han sido rescatadas seis días después de los devastadores terremotos
Miembros de un equipo de rescate transportan a una niña de 12 años que estuvo atrapada 147 horas bajo los escombros en Hatay, al sur de Turquía. EFE
photo_camera Miembros de un equipo de rescate transportan a una niña de 12 años que estuvo atrapada 147 horas bajo los escombros en Hatay, al sur de Turquía. EFE

El número de muertos provocados por los terremotos registrados desde la madrugada del lunes en Turquía y Siria supera ya los 33.000, según han informado fuentes a los dos lados de su frontera común. Las autoridades asumen que las cifras seguirán subiendo, aunque seis días y medio después de los seísmos los equipos de rescate continúan sacando de entre los escombros a personas vivas.

En territorio turco, las autoridades han contabilizado hasta el momento 29.605 fallecimientos y más de 80.000 heridos, lo que convierte los sismos registrados esta semana en el sureste del país en los más devastadores desde 1939, según el último balance ofrecido por el vicepresidente turco, Fuat Oktay. La cifra de víctimas supera ya con creces la de los terremotos de 1999 cerca de Estambul, donde murieron unas 18.000 personas.

En Siria, el balance de muertos se sitúa este domingo en 3.575, según el último balance publicado por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Se concentran la mayoría en las áreas opositoras del noroeste del país.

Los equipos de rescate no han podido llegar a algunas zonas recónditas y en otras se han suspendido ya las labores de rescate ante las pocas esperanzas de encontrar a peresonas con vida bajo los escombros seis días después. En otras zonas la falta de maquinaria pesada ha sido un obstáculo para las labores de rescate. 

La Onu teme que la cifra de muertos se duplique

El número de muertos por los devastadores terremotos que han golpeado Turquía y Siria "se va a duplicar o incluso más" con respecto a las cifras manejadas ahora, según el jefe de los servicios humanitarios de la Onu, Martin Griffiths, de visita en la provincia turca de Kahramanmaras.

"Creo que es difícil estimar (los fallecidos) con precisión ya que hay que llegar hasta debajo de las ruinas, pero estoy seguro de que se van a duplicar o incluso más", declaró Griffiths."No hemos empezado realmente todavía a contar el número de muertos", señaló el experto al apuntar que localidades enteras han quedado reducidas a escombros. "Es el terremoto más desastroso en cien años", resumió.

En medio del desastre aplaudió el esfuerzo de la comunidad internacional, con decenas de países ofreciendo ayuda a Turquía, y pidió al gobierno de Damasco que dé más pasos para apoyar a las zonas opositoras después de autorizar la llegada de ayuda humanitaria internacional.

Griffiths reconoció que su organización ha "fallado a la gente en el noroeste de Siria", una de las zonas más afectadas por los terremotos que azotaron el país y adonde apenas ha llegado ayuda humanitaria. "Hasta ahora le hemos fallado a la gente en el noroeste de Siria. Con razón se sienten abandonados, buscando ayuda internacional que no ha llegado", dijo en su cuenta de Twitter Griffiths.

Rescates "milagro" seis días después

Seis días y medio después del terremoto que devastó enormes regiones del sureste de Turquía, los equipos de rescate continúan sacando de entre los escombros a personas vivas. De momento, el último "rescate milagro" ha sido el de un niño de ocho años que fue rescatado herido pero vivo en el pueblo de Nurdagi, en la provincia de Gaziantep, tras 155 horas entre los escombros.

Poco antes, los equipos habían sacado a dos hermanas de 22 y 28 años de un edificio derrumbado en Adiyaman, al noreste del epicentro, tras 152 horas atrapadas. Ciento cincuenta horas aguantó una niña de tres o cuatro años, que fue salvada este domingo en Antioquía, una de las ciudades más afectadas por el temblor, donde el casco antiguo ha quedado arrasado prácticamente en su totalidad.

Solo una hora antes salió con vida un hombre de 35 años en la misma ciudad tras cinco horas de trabajo, así como una anciana de 85 años, atrapadan durante 152 horas en un espacio de 30 centímetros, pero sana y salva. En la misma ciudad se salvó una profesora de 32 años, que tras 140 horas entre los cascotes no dudó en pedir a sus salvadores un vaso de té caliente, informa la emisora pública turca TRT.

Diferente había sido la reacción de una niña de cinco años que al ser rescatada junto a su madre tras 72 horas atrapada en Antioquía, rechazó un vaso de agua con las palabras: "No, todavía no me han hecho el diagnóstico".

Menos confianza en los médicos tenía una niña de 13 años que al ser salvada hoy en el pueblo de Besni en Adiyaman, tras 145 horas de espera, pidió a los sanitarios que no le pusieran una inyección. También este domingo fue salvada con vida una niña de doce años en el pueblo de Nizip en la provincia de Gaziantep, que había sobrevivido 147 horas bajo ruinas.

Durante la noche del sábado, los servicios de emergencia de Turquía rescataron a siete personas, entre ellas un bebé de siete meses, al haber quedado sepultadas bajo los escombros durante más de 140 horas tras los terremotos registrados el lunes en el sur del país, cerca de la frontera con Siria. 

Las bajas temperaturas, alrededor de cero grados en gran parte de la región, endurecen las condiciones de rescate, pero pueden haber contribuido a salvar algunas vidas, según explicaron a Efe miembros del equipo español de bomberos que trabaja en la zona. Los escombros guardan cierto calor, por lo que bajo un edificio derrumbados hace menos frío que en el exterior, pero al no hacer calor, las personas atrapadas no sudan y no se deshidratan tan rápido como ocurriría en verano.

14 detenidos por negligencias en la construcción

En las últimas horas también se ha dado a conocer que al menos 14 personas han sido detenidas en Turquía y otras 33 están en situación de busca y captura por casos de negligencia en la construcción de edificios que acabaron colapsando en los devastadores terremoto. 

La Fiscalía persigue así a una treintena de constructores de la ciudad de Diyarbakir, cuyos edificios, por ejemplo, tenían cimientos de menos para liberar espacio, recoge la agencia oficial de noticias Anatolia. 

Uno de los contratistas detenidos, Mehmet Ertan Akay, fue atrapado en el aeropuerto de Estambul, cuando intentaba escapar a Montenegro con gran cantidad de efectivo. Otros nueve han sido detenidos en las localidades de Sanliurfa y Osmaniye. 

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