UK a la cabeza del uso del cigarrillo electrónico como sustitutivo del tabaco

Cigarrillo electrónico. DP
photo_camera Cigarrillo electrónico. DP

En los últimos años se observa una tendencia: mientras que se está reduciendo el consumo de tabaco, el vapeo sigue creciendo de forma sostenida. Hay muchos factores que explican estas tendencias simultáneas, pero uno de ellos es, sin duda, que algunas autoridades sanitarias mundiales han visto con buenos ojos el cigarrillo electrónico como sustitutivo del tabaco. Como señalan desde la tienda de cigarrillos electrónicos Ivapeo, el caso del Reino Unido es un buen ejemplo.

El sistema sanitario británico pretende la erradicación total del tabaquismo de aquí a 2030, y parece apostar por el cigarrillo electrónico como una herramienta clave para lograrlo, como señala este artículo de Diario16. Un informe independiente del King’s College de Londres recomendó en 2019 a los Servicios de Salud británicos "hacer más para alentar a los fumadores que desean dejar de fumar con la ayuda de un cigarrillo electrónico". A raíz de este informe, las autoridades sanitarias de Reino Unido iniciaron una campaña para explicar que el cigarrillo electrónico es "un 95% menos dañino" que los cigarros tradicionales.

Este mismo año, se han publicado dos nuevos estudios que refuerzan la tesis. El 10 de marzo un informe del King’s College el “claro beneficio” del uso de cigarrillos electrónicos para dejar de fumar, apoyando su uso en comparación con otros métodos para hacerlo, como los parches de nicotina o la medicación.

“Nuestros resultados muestran que cuando se usan diariamente los cigarrillos electrónicos ayudan a la gente a dejar de fumar, si lo comparamos con no hacer nada. Este hallazgo es coherente con investigaciones previas que mostraban que los cigarrillos electrónicos son una ayuda más efectiva para dejar de fumar que los parches de nictoina o la medicación”, declaró el doctor Máirtín McDermott, investigador del Centro Nacional de Adicciones en el King’s College y autor principal del estudio, que acaba de ser publicado en la revista especializada Addiction.

El estudio concluye que quienes usaron un cigarrillo electrónico recargable de forma diaria para dejar de fumar tenían cinco veces más posibilidades de dejar el tabaco en un mes, comparado con aquellos que no usaron ningún método.

Se trata de un estudio financiado con fondos para la investigación contra el cáncer, y en el que se han analizado datas de una encuesta online en la que han participado 1.115 personas, incluyendo fumadores, ex fumadores que lo habían dejado en el último año y usuarios de cigarrillos electrónicos, en cinco recogidas de datos entre 2012 y 2017. “Es importante que midamos con qué frecuencia la gente usa los cigarrillos electrónicos, porque observamos que el uso más esporádico no se asocia con la abstinencia”, señaló el doctor McDermott.

Evidencias de estudios observacionales

Pocas semanas antes, otro estudio del King’s College, encargado las autoridades de Salud Pública inglesas, ya había reforzado la idea de que el vapeo puede ser efectivo para dejar de fumar, a partir de tres fuentes de datos.
A partir de estudios observacionales, los autores de este estudio (Vaping in England: An evidence update including vaping for smoking cessation, McNeill, A., Brose, L.S., Calder, R., Simonavicius, E. and Robson, D.) concluyeron que los productos de vapeo han sido la ayuda para dejar de fumar más popular en la población inglesa desde 2013. En 2020, el 27,2% de los fumadores que intentaron dejar de fumar en el año anterior usaron un producto de vapeo en comparación con el 18,2% que usó un reemplazo o terapias de nicotina y el 4,4% que uso vareniclina o Champix. La investigación concluye que vapear está asociado con dejar de fumar y estima que en 2017 dejaron de fumar 50.000 fumadores más que no lo habrían dejado sin los productos de vapeo.

Se observaron tasas de abandono del 60-74% entre las personas que habían usado un producto de vapeo como parte de su intento de dejar de fumar, el 59% para la vareniclina, y el 47% para la terapia combinada de reemplazo de nicotina. Los investigadores también concluyeron, a partir de revisiones sistemáticas de estudios de investigación, que los productos de vapeo que contienen nicotina eran más efectivos que las terapias de reemplazo de nicotina, aunque se necesita más investigación.

Prevención de algunos daños causados por el tabaquismo

El King’s College no es el único centro de investigación que ha aportado estudios similares. Otro informe del Royal College of Physicians concluyó que el suministro de la nicotina sin los componentes nocivos del humo de tabaco puede prevenir la mayor parte del daño causado por el tabaquismo y que los cigarrillos electrónicos parecen ser efectivos cuando los fumadores los utilizan como una ayuda para dejar de fumar.

Sin embargo, aunque los cigarrillos electrónicos son ya una ayuda popular para dejar de fumar entre la población en general, solo el 5% de los intentos para dejar de fumar monitorizados por los servicios públicos de salud del Reino Unido incluyen el uso de un producto de vapeo.

La cuestión sigue siendo discutida, porque se desconocen sus efectos a largo plazo, y la Organización Mundial de la Salud mantiene su advertencia de que no considera que el cigarrillo electrónico sea un tratamiento para dejar de fumar y que no existen estudios rigurosos que demuestren la efectividad del cigarro electrónico como terapia de remplazo o sus niveles de toxicidad.