Un atentado suicida en la sede de la ONU causa 18 muertos

Al menos 18 personas han muerto en un atentado suicida que el viernes devastó parte de la sede de la ONU en la capital de Nigeria, Abuya, en un ataque que se atribuyó, en una llamada a la BBC, el grupo radical islámico Boko Haram.

El comisario de la Policía Local, Mike Zuokumor, informó a los periodistas de que las cifras de muertos son, de momento, provisionales y que aún pueden variar, pues siguen las labores de rescate tras la explosión, provocada -según la ONU- por una bomba alrededor de las 10.30 hora local (09.30 GMT).

Trabajadores del Agencia Nacional de Gestión de Emergencias Nacionales indicaron que aún hay cuerpos atrapados bajo los escombros, según el periódico local "Daily Trust", y que varias decenas de personas resultaron heridas.

Fuentes del Garki Hospital de Abuya confirmaron a la agencia oficial de noticias nigeriana NAN que dos cadáveres fueron trasladados a ese centro, mientras que una tercera persona herida perdió la vida tras ser ingresada allí.

Alrededor de medio centenar fueron trasladadas al cercano National Hospital, confirmaron anteriormente a Efe por teléfono fuentes de ese centro hospitalario, que hizo un llamamiento a la población para donar sangre.

CONDENA GENERAL AL ATENTADO
La manifestaciones de condena no tardaron en llegar, como la del presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, quien expresó su repulsa de ese "ataque bárbaro, sin sentido y cobarde". El presidente subrayó que el suceso es el "más vil ataque contra los objetivos de las Naciones Unidas, la paz y la seguridad mundial, así como contra la inviolabilidad de la vida humana, que respalda Nigeria completamente".

El jefe de Estado reafirmó, asimismo, el compromiso del Gobierno nigeriano con la lucha contra todas las formas de terrorismo, y aseguró que su Administración no ahorrará esfuerzos para llevar a los responsables del atentado del viernes ante la Justicia.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó el "terrible" atentado contra la sede de la ONU, que tildó de "ataque contra quienes entregan su vida a ayudar a los demás".

OBRA DE UN GRUPO ISLÁMICO RADICAL
Horas después del atentado, el grupo islámico radical Boko Haram se responsabilizó de la matanza mediante una llamada telefónica a la BBC, según informó la cadena pública británica.

Un hombre, que se identificó como portavoz de ese grupo, cuyo objetivo es instaurar la sharia (ley islámica) en Nigeria y que ha perpetrado varios ataques en los últimos meses, se atribuyó la autoría del atentado. La Policía nigeriana confirmó a la cadena de televisión NTA que un solo terrorista suicida detonó los explosivos que transportaba en su coche y murió a causa de la detonación.

El pasado junio, Boko Haram ya se atribuyó un atentado suicida contra la sede de la Policía nigeriana en Abuya, que causó al menos ocho muertos y decenas de heridos.

Un empleado local de la ONU declaró a Efe, bajo condición de anonimato, que "los agentes de seguridad dijeron que un coche atravesó la entrada y se dirigió hacia el edificio, donde parece ser que el conductor detonó los explosivos en el vehículo".

"La mayoría de los afectados -agregó esa fuente- están en la planta baja del edificio. Hay cristales rotos en todo el edificio. Yo estaba volviendo del banco y escuché una fuerte explosión. Vi humo saliendo del edificio. Tenía miedo, pero fui corriendo hacia allí".

El edificio de la ONU tiene cinco plantas y en él trabajan unos 300 empleados de varias agencias de Naciones Unidas, según los canales African Independent Television (AIT) y Channels TV.

La sede se encuentra en una céntrica zona de la capital nigeriana, en la que también están ubicadas varias legaciones diplomáticas, entre ellas la embajada de Estados Unidos.

Con alrededor de 150 millones de habitantes, que se integran en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales entre sus comunidades.