Las redes de trata no entienden de catástrofes

La ONG Unicef ha denunciado este viernes el secuestro de al menos 15 niños no acompañados en hospitales de Haití. "Lamentablemente hemos constatado el rapto de 15 niños en diferentes hospitales de Haití y sospechamos que han sido secuestrados por redes de trata a través de Santo Domingo", ha afirmado en rueda de prensa Jean Claude Legrand, asesor de protección de la infancia de Unicef. Tras el seísmo, hospitales y centros de acogida se han visto desbordados por el alto número de niños huérfanos.

Mientras tanto, el Gobierno de Estados Unidos ha informado que la base militar de Guantánamo, que alberga a presuntos terroristas, se prepara para recibir si es necesario a damnificados del terremoto.

La mayor Diana Hayne ha dicho en declaraciones a la cadena de televisión CNN que las fuerzas militares se disponen a recibir un posible flujo de haitianos que huyen de la destrucción dejada por el movimiento sísmico la semana pasada. La mayor ha agregado que la base ya ha instalado alrededor de 100 tiendas de campañas cada una de las cuales cuenta con 10 camas y también hay servicios sanitarios.

Hayne ha indicado que no existe indicación alguna de una migración masiva desde Haití, a unos 300 kilómetros de la base naval. No obstante, la portavoz ha dicho que la base se está preparando "como medida de precaución" porque disponer todo para recibirlos "tarda un tiempo".

La base se ha convertido en un importante centro de los esfuerzos de ayuda estadounidense para Haití a través del envío de agua potable y alimentos. Además, según el general Douglas Fraser, comandante del Mando Sur de EE UU, la Marina ha establecido allí un centro logístico para dar a apoyo a los barcos de EE UU en la región. "Guantánamo tiene valor como centro estratégico para el desplazamiento de suministros y personal a las áreas afectadas en Haití", ha manifestado Hayne a CNN. Según la portavoz, los refugiados haitianos quedarían instalados a más de tres kilómetros donde se encuentran los alrededor de 200 presuntos terroristas que todavía permanecen en el centro de detención.

EE.UU no quiere testigos
El Ejército estadounidense ha logrado finalmente expulsar a los periodistas extranjeros alojados en el aeropuerto de la capital haitiana Puerto Príncipe, a pesar de las negociaciones puestas en marcha para que pudiesen seguir informando sobre las consecuencias del seísmo desde el aeródromo.

Los soldados de EE UU, que controlan las instalaciones, conminaron este jueves a los informadores extranjeros a salir del aeropuerto a petición del Ministerio de Transporte de Haití, explicó en Washington un funcionario de la administración de Barack Obama. Según este portavoz, fue el Ministerio de Transporte de Haití el que tomó esta decisión, al entender que debían restablecerse "los procedimientos de seguridad en el aeropuerto que existían antes del terremoto".

En las negociaciones entre reporteros y periodistas, miembros de la embajada española en Haití -en representación de la Presidencia europea- intentaron mediar en favor de los informadores, pero al final los estadounidenses lograron imponer su criterio, de acuerdo con el Gobierno haitiano, de que por seguridad era necesaria su salida del aeropuerto.

Los periodistas, mezclados con las organizaciones de ayuda humanitaria y los equipos de salvamento, ocupaban una amplia explanada situada entre las pistas de aterrizaje y la sede provisional de la Misión de la ONU para Haití (MINUSTAH).

Muchos de los reporteros españoles han buscado alojamiento en las instalaciones de la MINUSTAH, donde el control es menos estricto, mientras el resto ha tenido que buscar casas particulares o entrar en hoteles. Otros equipos de periodistas han optado por alquilar casas particulares de Puerto Príncipe, entre las pocas que han quedado en pie tras el seísmo del día 12, que destruyó 300.000 viviendas y dejó otras tantas gravemente dañadas.

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