Tras más de cuatro años de guerra en yemen, el país atraviesa una situación dramática. Según las estimaciones de la Organización de Naciones Unidas, unos 12 millones de personas se enfrentan a una de las peores hambrunas de la historia. Se trata de casi la mitad de la población de un estado con 29 millones de habitantes.
Como siempre sucede en estos casos, los más vulnerables, en una población ya de por sí empobrecida, son los que más sufren. Niños, mujeres... y refugiados. Y es que Yemen siempre tuvo sus puertas abiertas a los exiliados.
Ahora mismo se calcula que hay más de 275.000 refugiados en este país del sur de la península arábiga, de los cuales un 90% son originarios de Somalia. Desde que estalló la guerra de Yemen, a principios de 2015, muchos de ellos han tenido que volver a sus países de origen o refugiarse en lugares como Omán, Arabia Saudí, Yibuti, Somalia, Etiopía y Sudán.
Aunque se trata de una de las grandes crisis humanitarias que asolan actualmente al planeta, el conflicto es uno de los grandes olvidados en los medios de comunicación.
En el terreno trabajan muchas organizaciones que se ven afectadas también por la falta de financiación. Desde ACNUR, la agencia de la Onu para los refugiados, explican que dan asistencia a los yemeníes desplazados por la guerra y afectados por esta gigantesca crisis humanitaria. Ofrecen albergue de emergencia, colchones, mantas, colchonetas, juegos de cocina, baldes... Y también trabajan con aquellos llegados desde otros países, que tuvieron que abandonar también por situaciones de guerra o de pobreza extrema, y que ahora se ven golpeados doblemente.
Pero son miles de personas afectadas y los recursos escasean. Por ello muchos ciudadanos se preguntan a que ONG donar.
UN CONFLICTO SANGRIENTO. A finales de 2018, la Onu calculaba que 6.800 civiles habían muerto y 10.700 habían resultado heridos tras, entonces, casi cuatro años de guerra en Yemen.
Durante ese pasado mes de diciembre, Suecia acogía los diálogos de paz entre los rebeldes hutíes, que a principios de 2015 tomaron la capital Saná, y la coalición de estados árabes encabezados por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos para devolver el poder al presidente huido, Abdo Rabu Mansur Hadi.
POCO HA CAMBIADO. Las conversaciones no dieron frutos y poco ha cambiado en el conflicto de yemen. A mediados de mayo, los titulares (los pocos que llegan al público mayoritario en Occidente sobre esta guerra alejada de los focos) no diferían mucho de los de los últimos cuatro años. Varios ejemplos. 16 de mayo: "Al menos 6 personas murieron hoy y 32 resultaron heridas por los bombardeos". 18 de mayo: "Las fuerzas del Gobierno yemení con el apoyo aéreo de la coalición árabe arrebatan a hutíes una estratégica localidad en el sur del Yemen". 21 de mayo: "Rebeldes de Yemen dicen haber destruido almacén de armas en aeropuerto saudí".
En este punto, la Onu ha advertido hace unos días que millones de yemeníes pueden verse afectados si se suspende su programa de entrega de alimentos, una medida que Naciones Unidas advierte que tomará si los rebeldes hutíes "siguen obstaculizando su trabajo y amenazando su independencia".
Refugiados somalíes en Yemen. ©UNHCR/Shabia Mantoo
