Zimbabue impone el veto a la oposición y a la prensa

(Fotos de archivo: EFE)
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El presidente de Zimbabue parece tener muy claro que, ante una segunda vuelta en las elecciones presidenciales y tras ser derrotado en la primera, lo importante no es participar. Es ganar. Y para ello, la estrategia es clara: vetar a su contrincante, Morgan Tsvangirai.

Tras prohibir este viernes todos sus actos electorales, los tentáculos del Gobierno se han extendido más allá del plano político y han llegado hasta los medios de comunicación.

En Zimbabue se publican únicamente dos diarios, y ambos están controlados por Mugabe. Por ello, las publicaciones extranjeras que pretendan vender ejemplares en el país deberán pagar una importante tasa.

La prensa, artículo de lujo
"Los periódicos que entren en el país serán calificados como artículos de lujo". La medida se adopta ante la preocupación del Gobierno por el creciente número de publicaciones que critican sus medidas "sin tener que pagar por ello prácticamente nada".

Ante la falta de una opinión no oficial, los zimbabuenses buscan otro punto de vista en las emisoras pirata y en periódicos regionales, la mayoría de ellos sudafricanos.

El Gobierno de Robert Mugabe está bajo una gran presión internacional después de que el líder de la oposición haya sido arrestado dos veces en tres días, se haya prohibido a las ONG seguir con sus acciones humanitarias y diplomáticos de Estados Unidos y Gran Bretaña fueran detenidos por la policía.

Suspendidos los actos electorales

Además, la policía ha decretado este viernes la suspensión de todos los mítines del Movimiento para el Cambio Democrático, el partido que se enfrentará al liderado por Mugabe en la segunda vuelta de las presidenciales.

El Gobierno ha explicado que no puede garantizar la seguridad de sus dirigentes. La misma policía, el brazo represor del régimen, retuvo el pasado miércoles durante ocho horas a Tsvangirai. Lo acusaron de un delito contra la seguridad pública por celebrar un mitin sin autorización, y tras ser interrogado fue puesto en libertad sin cargos. Este viernes ha sido detenido de nuevo cuando se dirigía a un mitin, y quedó libre después de dos horas.

El MDC calificó la medida de prohibir los mítines de "locura" y acusó al régimen de suspender la democracia. En un país donde los medios de comunicación están en manos de Mugabe, los mítines son el único medio de llegar a la gente. El MDC asegura que la campaña de intimidación ha costado la vida a 65 de sus militantes.

Comida a cambio de votos
Pero estas no son las únicas medidas coercitivas de Mugabe, en el poder desde 1980. También ha suspendido los permisos de las ONG que operan en el país y prohibido la distribución de alimentos fuera del control del Gobierno.

Más de 600.000 personas dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir. A finales de año serán cuatro millones, un tercio de la población, los necesitados. Estados Unidos acusa a Mugabe de utilizar la comida como arma para comprar votos.

El Gobierno también está confiscando las tarjetas de identificación en las zonas donde el MDC es fuerte. Sin tarjetas la gente no podrá votar y tampoco recibir alimentos.