Un juzgado de Málaga archiva el caso de la falsa muerte de alias Paul Wouter

Wouter, con un teléfono, durante su última fuga. ADP
El tribunal exonera al médico que firmó el certificado de defunción y a la persona que asegura que encontró su cuerpo a pesar de que es de dominio público que el presunto narco está vivo

"Se puede concluir que Pedro Jose M.M., José María G.D., Francisco Jesús P.M. y Rafael O.P. pudieron actuar en connivencia para, a través de documentación elaborada ad hoc y por un precio, conseguir el certificado de defunción de 'Paul Wouter'". Ese es el resultado de una laboriosa investigación policial posterior a la falsa muerte de Sergio Roberto de Carvalho, alias Paul Wouter, considerado el responsable del alijo del Titán III, barco que se dirigía a Galicia con 1.700 kilos de cocaína y que fue incautado en agosto de 2018. El sospechoso, de origen brasileño y cuya historia es sobradamente conocida, consiguió salir en libertad provisional tras pagar una fianza de 200.000 euros y, para evitar ser juzgado por aquellos hechos en Pontevedra, urdió un plan para obtener un certificado de defunción que hizo llegar a través de sus letrados a la Audiencia Provincial.

Tal documento fue dado por bueno, dado que era completamente oficial, procedente de la labor de las personas arriba referenciadas. Todas ellas fueron interrogadas por la Policía y, a pesar de que entraron en contradicciones y que aseguraron que estaba muerta una persona viva, han sido exoneradas por el juzgado que instruía las diligencias. Los hechos ocurrieron en Málaga -la falsa muerte- y fue allí donde el caso fue archivado, todo ello a pesar de que es de dominio público que el protagonista de la historia, considerado policialmente uno de los mayores traficantes de cocaína del momento, no solo estaba vivo, sino que emprendió una fuga por varios países y empleando distintas identidades falsas hasta que cayó detenido en Budapest. Allí decía llamarse Guillermo Flores, si bien su nombre real es Sergio Roberto de Carvalho. 

Las personas investigadas son el médico que certificó el fallecimiento, dos empleados de la funeraria y un amigo del presunto capo brasileño. Todas ellas, según la Policía, tuvieron su papel en lo ocurrido. En el caso del médico, se da la circunstancia de que es doctor en la misma clínica de Marbella en la que Wouter fue detenido en 2018, tras el alijo del Titán III. En cuanto a los funerarios, aseguraron que había un cuerpo, aunque no pudieron determinar de quién se trataba. El amigo sí dijo que se encontró muerto al investigado, algo a todas luces falso. 

En Pontevedra, el fiscal jefe, Pablo Varela, ha solicitado formalmente la entrega de Sergio Roberto de Carvalho, alias Paul Wouter, para juzgarle por la causa del Titán III, toda vez que ha quedado acreditado que está vivo. Sin embargo, su presencia en Galicia deberá esperar, al menos, hasta que sea juzgado por los hechos que se le atribuyen en otro de los países que le reclamó para responder por delitos similares: Bélgica

Así, si en Pontevedra se le acusa de organizar el intento de introducción de 1.700 kilos de cocaína a bordo de un pesquero y en conexión directa con varios narcotraficantes gallegos -que ya han sido condenados por ello-, en Bélgica le atribuyen la llegada de unos 16.000 kilos de cocaína en portacontenedores a través del puerto de Amberes, todo ello en contacto con un capo belga de la máxima relevancia llamado Flor Bressers. 

El juicio contra ambos debía haberse iniciado en septiembre en la antigua sede de la Otan en Bruselas, lugar elegido para aumentar su seguridad, pero ha sido aplazado para finales de noviembre.