23 años y medio de cárcel para la organización criminal liderada por el isleño Nano Núñez García

El capo, que había sido detenido en el aeropuerto de Oporto cuando pensaba huir a Marruecos, pasará siete años y medio en la cárcel

La Audiencia Nacional ha impuesto importantes penas de prisión a la organización criminal internacional liderada por el arousano Luciano Núñez García, alias Nano, uno de los narcotraficantes gallegos más activos de los últimos años. Un segundo vecino de A Illa resultó condenado a cuatro años y medio, mientras que dos sanxenxinos deberán afrontar penas de cinco y tres años de prisión, respectivamente. Las condenas más leves recayeron en un narco natural de Valladolid y otro nacido en Alemania, condenados a dos y a un año y medio de prisión, respectivamente, al tener una participación menor en los hechos que se les atribuyeron.

La organización liderada por Nano (cuyo nombre saltó a la fama por intentar colar 2.600 kilos de cocaína ocultos en un catamarán en el año 2005) se dedicaba "a la venta de cocaína y hachís desde la zona de la ría de Arousa, al menos desde 2016", según detalla la sentencia, que añade que "suministraban sustancias a clientes de Ourense, Cantabria, Valladolid, Madrid y Alicante". La AN atribuye al principal investigado la capacidad para adquirir el polvo blanco directamente desde Sudamérica y contaba con su vecino de A Illa y con uno de los individuos afincados en Sanxenxo como sus personas de confianza a la hora de realizar las gestiones y las entregas de la droga.

Entre las aprehensiones más importantes efectuadas por las autoridades en el marco del operativo destacó un alijo de cuatro kilos de cocaína de gran pureza incautados en Cantabria.

El proceso judicial, que se desarrolló con gran rapidez, se vio interrumpido por la huida del principal investigado, Luciano Núñez, que fue arrestado y encarcelado a finales de 2017 tras ser reconocido por las autoridades portuguesas en el aeropuerto Sá Carneiro de Oporto.

Nano portaba una identidad falsificada. Pretendía viajar a Casablanca (Marruecos) haciéndose pasar por un ciudadano peruano. La Policía española había solicitado una orden internacional de búsqueda y captura por orden del Juzgado Central, en virtud de la que fue detenido.