Tentativa de homicidio y quebrantamiento de condena son los dos delitos que le imputa el Xulgado de Instrucción número 1 de Vilagarcía a Jesús Pomares, un vecino de la localidad, de 36 años, que fue detenido el miércoles 11 después de haber atropellado a dos mujeres en la calle A Bouza, situada en el barrio de A Torre, y que pasó hoy su primera noche en la cárcel de A Lama.
La orden de prisión, provisional y sin fianza, fue adoptada a última hora de la mañana, después de una comparecencia que comenzó pasadas las 12.30 horas, cuando fue trasladado a la sede judicial desde la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.
El acusado no logró hacer valer su tesis de que el atropello se produjo de forma accidental, cuando circulaba a 30 o 40 kilómetros por hora por un tramo en el que no hay aceras y fue cegado por el sol, mientras sorteaba unas arquetas, que le impidió ver a las dos mujeres, y expuso que el miedo a represalias fue el motivo por el que abandonó de inmediato el lugar donde se produjo el atropello.
Su abogado dijo que confundió los pedales del coche, sostuvo que no hubo voluntad de matar y afirmó que la prueba de alcoholemia que le fue practicada a su defendido arrojó un resultado negativo. Por otra parte, anunció que recurrirá una decisión que considera inconstitucional y que el juez justifica porque considera que las víctimas correrían peligro si siguiese en libertad.
M.I.M.C., de 41 años, y M.M.C., de 21, fueron arrolladas frente a su vivienda cuando se disponían a entrar tras haber acompañado hasta el colegio al hijo de la menor de ellas, por lo que fueron trasladadas hasta el Hospital do Salnés. El conductor, que utilizó el vehículo de su hermana, se dio a la fuga.
Anteriormente, Jesús Pomares había sido condenado en tres ocasiones por haberlas agredido e insultado, por lo que pesaba sobre él una orden de alejamiento. «Algún día vai pasar unha desgraza», se oyó comentar en A Torre, donde varios vecinos afirmaron que las agresiones sufridas por las dos mujeres y sus familias comenzaron hace año y medio.
