Adiestrados para situaciones extremas

9 mm parabellum. Dos agentes de la Policía Local mantienen sus pistolas enfundadas mientras reciben las indicaciones de su instructor de tiro, otro compañero especializado en armas de fuego, Salva Montes López. La galería de tiro de la Escuela Naval Militar ofrece el escenario perfecto para estos policías que, durante la semana pasada, participaron en uno de los entrenamientos que desarrollan de forma regular durante el año.

Con cada nuevo ejercicio, los agentes se enfrentan a pequeños desafíos que les ayudarán a conocer y manejar mejor su arma. Aunque no es habitual que se vean obligados a usar su pistola, los policías de Marín saben que las cosas no ocurren hasta que pasan y por eso se adiestran porque ante una situación de peligro ''lo principal es asegurar la vida de los demás y la nuestra'', afirma Montes.

Cuatro son las veces obligatorias al año que estos policías hacen uso de las instalaciones militares, sin embargo, la mayoría suma otras dos tandas de entrenamientos voluntarios. La Escuela cede este espacio que también es utilizado por todos sus alumnos a lo largo del curso. La Policía Local carece de instalaciones de tiro y por eso se muestra muy agradecida con la Escuela por facilitarles las suyas desde hace más de dos años.

En primer lugar, los agentes se familiarizan con medias de seguridad en la galería como: mantener las pistolas desarmadas cuando no se vaya a disparar y actuar en línea. Luego es el turno de los ejercicios.

''Para un policía el tiro de precisión no supone más que el 30% de su adiestramiento'', explica Montes. Lo importante para ellos es saber reaccionar con rapidez manejando el medio en el que se mueven, la calle, principalmente. Por ello, la mayoría de sus ejercicios son dinámicos y están basados en situaciones reales. Y, aunque parezca mentira, más que disparar rápido, lo que importa es actuar rápido, es decir, localizar el punto de ataque, cubrirse y ''¡lo más importante de todo, desenfundar con agilidad!'', continúa.

Utilizan fundas de policarbonato de nivel tres de seguridad, una de las más modernas, que cuentan con varios seguros que el policía activa a gusto. Montes afirma que son más seguras que las clásicas de cuero, ya que impiden que otra persona pueda robar el arma a un agente. ''Es ideal en situaciones de mucho movimiento, forcejeos y tumulto''.

Marín tiene 26.000 habitantes y 26 policías locales que actúan en el 90% del territorio y aunque carecen de competencias judiciales, se ocupan de los delitos de bajo nivel, llevando a cabo las primeras diligencias, y las tareas relacionadas con el tráfico. El cuerpo marinense tiene cuatro vacantes.

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